SANTIAGO.- A tres días de conocerse la información que aseguraba que la Corte de Apelaciones acogió la demanda por encubrimiento de los abusos cometidos por
Fernando Karadima; a dos de que se señalara que el fallo aún estaba en estudio; y a uno desde que el tribunal de alzada informara que
ni siquiera existe un proyecto de fallo, la
Corte Suprema se refirió al caso.
De hecho, luego que El Mercurio publicara que la sala en cuestión está evaluando llamar a conciliación a las partes, los denunciantes del ex párroco de El Bosque manifestaron su molestia, acusando presiones en la causa.
El ministro vocero del máximo tribunal, Lamberto Cisternas, aseguró la situación es "indudablemente anómala", pero que también "escapa al Poder Judicial", ya que la causa sigue en estudio, por lo que aún no se formula una opinión formal.
"Tenemos confianza en los jueces, pensamos que los jueces estamos siempre expuestos a este tipo de situaciones y eso no constituye en definitiva un elemento que vaya hacer cambiar las decisiones de cada cual. Vamos a preguntar tratar de saber por qué pasó esto, quién lo dijo, de qué manera, pero no van a alterar las decisiones", aseguró.
Y en esa línea, añadió: "Somos profesionales antiguos; no son elementos que vayan a constituir en definitiva una presión para variar la decisión".
"La respuesta obvia es sí"
Consultado además sobre si como Poder Judicial consideran si se pudo "hacer más" en este tipo de causas, considerando que, por ejemplo, en la sentencia por el caso del "cura Tato", se eximió al Arzobispado de algún pago, el supremo contestó: "La respuesta obvia es sí".
Y continuó: "Lo que nosotros tenemos en este momento como mirada de la sociedad es distinta a la mirada que se tuvo antes, entonces el enjuiciamiento siempre tiene como base el contexto social en que están las partes y en que está el juez. En ese momento, vistas las cosas con la mirada de hoy, podrían haberse formulado argumentaciones diferentes y en consecuencia, los razonamientos jurídicos pudieron haber sido diferentes y la conclusión del juez también diferente".
Agregó que una prueba de esto es que se discuta la idea de declarar imprescriptibles la acción para perseguir los abusos sexuales. También indicó que los tribunales "reciben los temas que les llegan", por lo que "no hay aquí el ánimo de darle por ese hecho una mayor prioridad, sino que simplemente tratarlos de cómo corresponde de acuerdo con la legislación procesal".