SANTIAGO.- Es época de elecciones en la mayoría de las federaciones estudiantiles del país y los distintos partidos y movimientos políticos, que tienen expresión a nivel universitario, diseñan sus estrategias y ponen sus fichas en las distintas universidades.
En la centroizquierda, a diferencia de lo que ha ocurrido en años anteriores, las Juventudes Comunistas (JJCC) y los movimientos del Frente Amplio harían un intento por acercar posiciones, al menos a nivel programático y, en algunos casos, concretar acuerdos electorales cuando sea posible.
Así lo manifiesta el presidente de las JJCC, Camilo Sánchez, quien explica que de esa forma pretenden "revitalizar" a las federaciones universitarias y, con ello, a la Confech y al movimiento estudiantil, que ha ido perdiendo injerencia en el debate educacional.
"La participación ha disminuido de manera muy notoria en algunas universidades (...) y para poder motivar la participación lo que necesitamos es un proceso de revitalización de las organizaciones estudiantiles y, para eso, las organizaciones políticas debemos ponernos de acuerdo y no centrarnos tanto en las diferencias, que son más bien cosméticas", afirma.
Dice que la unidad es importante sobre todo en el contexto de que hay un Gobierno de derecha que, a su juicio, tiene "una agenda prepotente contra los derechos de la juventud". "Lo que ocurre en nuestro país requiere un movimiento estudiantil unido, que nos permita impedir el avance de esta agenda prepotente del gobierno contra los derechos de los jóvenes; por tanto, las elecciones de federaciones de estudiantes este año deben tener como sello principal la búsqueda de la unidad de la oposición al gobierno", afirma.
Esta estrategia se utilizó, por ejemplo, en las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, donde las JJCC y la Izquierda Autónoma (IA) postularon en una sola lista ("Surgencia"), la cual no logró pasar a segunda vuelta en la elección de presidente (quedó en tercer lugar), pero sí logró poner a su candidata a Consejera Superior, Paulina Carrillo (JJCC), en el balotaje, que se realizará la próxima semana.
"Se requiere un movimiento estudiantil unido, para impedir el avance de esta agenda prepotente del gobierno contra los derechos de los jóvenes"
Camilo Sánchez, presidente JJCC
Sánchez dice que si bien buscarán replicar acuerdos electorales en otras universidades, su foco está más en alcanzar consensos a nivel programático, de modo que, si no van unidos, quien gane la federación cuente con el apoyo del otro grupo.
"Hemos permitido que nuestras organizaciones conversen en cada universidad y exploren la disposición y conveniencia de competir unidos. En algunos casos ha resultado y ha habido acuerdo electoral y, en otros, nos hemos dispuesto a competir, pero sin perder el foco en que la que pierda tiene que contribuir y no definirse como oposición", señala.
Una de las elecciones que está en la mira de ese sector es la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach), que forma parte de la mesa ejecutiva de la Confech. También apuestan por lograr acercamiento de las fuerzas de izquierda en universidades como la Diego Portales, de Valparaíso y del Bío Bío. "Todo esto está en proceso, no se puede decir que en cada una vamos a estar en unidad con el Frente Amplio", acota.
La arremetida de la centroderecha fuera de su zona de confort
En tanto, este año la centroderecha tiene una apuesta clara por ampliar su influencia fuera de su nicho tradicional, que son universidades como la Católica, los Andes y del Desarrollo, entre otras.
"En la mayoría de las universidades hay pocos movimientos de derecha, no hay grupos organizados de centroderecha que puedan dar la pelea", señala el representante de la Centro Derecha Universitaria (CDU), Juan Carlos Bustos –también secretario ejecutivo de la FECh–, quien comenta que "en algún momento casi desaparecimos de las universidades".
"La universidad tiene que ser más parecido al mundo real, donde la izquierda no está gobernando todo"
Juan Carlos Bustos, Centro Derecha Universitaria
Según su análisis, si bien "la derecha nunca ha sido realmente articulada para ser un contrapeso real a la izquierda en las universidades", cree que las movilizaciones de 2011 determinaron aún más su retroceso. "El 2011 le pasó por encima a toda la derecha universitaria, nos dejó descolgados; es una cuestión que le hizo sentido a la gente y que nosotros no pudimos abordar, nos dejó debajo de la mesa", reconoce.
No obstante, en ese sector creen que el panorama ha cambiado y que ahora por primera vez en mucho tiempo pueden tener una oportunidad de sintonizar con los estudiantes y disputar mano a mano federaciones que históricamente han sido de la centroizquierda.
"Hay un cierto nivel de hastío en las universidades (...) Las federaciones están en un nivel de descomposición que no logran convocar a los estudiantes, el Confech dejó de marcar la pauta. Y eso es una oportunidad para nosotros, porque podemos llegar con un discurso nuevo, que apunte al diálogo, al respeto y a representar a los estudiantes en sus verdaderas necesidades y no tanto en la agenda de un partido político que pueda estar detrás de una federación", afirma.
En ese escenario, su apuesta es expandirse "y pensar en otras universidades que tienen mucho potencial para la centroderecha y que hasta el momento habían sido dejadas de lado".
Y esta estrategia ha tenido resultados. La CDU ganó esta semana, en primera vuelta, las elecciones en la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), algo que la derecha no conseguía hace décadas ene se plantel, desplazando de la presidencia a las JJCC. También pasaron a segunda vuelta en las elecciones de la Universidad Católica de Temuco, cuyo desenlace se conocerá la próxima semana.
"Son universidades donde se está rompiendo el hielo, donde antes no había pasado algo similar", dice Bustos.
También apuestan por dar la pelea en otras universidades tradicionales, como la de la Frontera (UFRO), Austral, y también privadas. "La universidad tiene que ser más parecido al mundo real, donde la izquierda no está gobernando todo, es necesario que exista esta oposición y generar un mayor debate", afirma el estudiante.
Además de la CDU y el Movimiento Gremial, este año irrumpió un nuevo actor de la centroderecha a nivel universitario: Evópoli, que se está articulando en distintas casas de estudio y ya ha competido en alguna elección. Bustos comenta que, hasta el momento, ese partido ha trabajado en forma separada: "Como se está armando en algunas universidades, prefiere ir por su lado". Dice que aguardarán a ver si quiere trabajar en conjunto o constituirse como un "nuevo polo" al interior de las universidades.
