SANTIAGO.- El 2006, mediante un decreto supremo del
Ministerio de Transportes, se estipuló la obligatoriedad del uso del casco para los ciclistas en zonas urbanas, medida que también se incluyó en la nueva ley de Convivencia Vial.
Quienes no cumplan con la normativa arriesgan multas que llegan hasta
1 UTM ($48.160). Pero qué tan efectivo es la utilización de este implemento. Algunos lo ponen en dudan.
"Si bien el casco puede ser útil para ciertos accidentes individuales, brinda protección sólo en caídas individuales a no más de 20k/h. No están diseñados para proporcionar protección adecuada ante un siniestro con automóviles que van a una velocidad superior, por lo tanto, en dicho escenario no salva la vida de un ciclista. Es por esto que
su uso puede ser recomendable, no así obligatorio", dijo a
Emol Daniela Suau, del colectivo
Muévete.
Suau explicó que más que hablar del casco, el enfoque de la autoridad debería estar en los problemas de seguridad "reales" como, por ejemplo, "respetar el máximo de velocidad, que no está siendo fiscalizado, y el respeto al espacio que los ciclistas tienen en las calles, como un derecho, cuando no hay ciclovías. Incluso, existe evidencia de que los automovilistas se aproximan más a un ciclista con casco que a uno sin y que esta normativa desincentiva el uso de la bicicleta".
Además, criticó que el casco se use sólo por cumplir, sin importar su correcta instalación. "
Carabineros ni siquiera fiscaliza que sea un casco certificado, que esté bien puesto o bien ajustado. Por lo tanto, no es real que les preocupe la seguridad de los ciclistas, sino que simplemente lo lleven puesto".
Tomás Echiburú,
concejal de Providencia y miembro de Muévete, cree lo mismo. "En esta nueva ley, que plantea una manera diferente de relacionarnos, donde debe haber de respeto y empatía entre ciclistas y automovilistas, no se está fiscalizando lo que realmente importa, como el exceso de velocidad. Hoy tenemos a carabineros instalados en las ciclovías, pasándole partes a los ciclistas por andar sin casco. Eso es perder el foco porque están controlando a aquellos que padecen el riesgo y no a quienes lo provocan. Si lo que queremos es que los ciclistas se bajen de las veredas, tenemos que crear condiciones de mayor seguridad en la calle", aclaró.
"Hoy tenemos a carabineros instalados en las ciclovías, pasándole partes a los ciclistas por andar sin casco. Eso es perder el foco porque están controlando a aquellos que padecen el riesgo y no a quienes lo provocan"
Tomás Echiburú
En este sentido, Chile es de los pocos países del mundo que posee una norma que obliga al uso de casco. Holanda y Dinarmarca, por ejemplo, donde existe una cultura de la bicicleta, prescinden de él. "
Soy del idea de que el casco no debe ser obligatorio y no se me ocurre a mí. Esto está probado y hay bastante evidencia. Creo que el casco debería ser sugerido, debería invitarse a los usuarios a usarlo y entregar información sobre cuáles cascos sirven y cuáles no. Hacerlo obligatorio provoca que la gente deje de usar la bicicleta".
Echiburú agregó que "quienes usan casco, tienen conductas más arriesgadas, se sienten más seguros y tienen son más temerarios. Sin casco son más cuidadosos. No hay ningún casco testeado con autos, sólo han sido testeados en caídas de los ciclistas, por eso no está claro que sirvan cuando te atropella un automovilista".
Evita daños
Para el
secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), Luis Alberto Stuven, la bicicleta y el casco deben ir de la mano. "El casco resulta fundamental para un tema de seguridad de los ciclistas y reduce la posibilidad de sufrir daños severos en la cabeza en caso de accidente. Tengo entendido que hay estudios que señalan que su uso correcto
reduce el riesgo de lesión craneal y cerebral hasta en un 88% y el riesgo de fallecimiento hasta en un 62%. En ese contexto veo muy poco margen para dejar al libre arbitrio del usuario el uso del casco".
Junto a esto, precisó que la ley busca generar cambios culturales. "El uso del casco es un tema que si bien esta en el inconsciente colectivo, en la práctica falta masificarlo. Vemos muchos ciclistas con casco, pero hay muchos también, sobre todo los que arriendan bicicleta, que no circulan con él. Se podría fiscalizar el correcto uso del casco, pero yo partiría primero por masificar su uso".