SANTIAGO.- A comienzos de julio, en medio de cacerolazos y protestas, Joaquín Lavín salió a defender su ambicioso proyecto municipal, que se había conocido hacía pocos días: un edificio con 85 viviendas sociales en plena rotonda Atenas. "Siento que hay mucha desconfianza o prejuicio, y eso es lo que nosotros tenemos que romper. Quizás la mejor manera es que los grupos se conozcan", afirmaba.
Y es que el anuncio generó resistencia inmediata en la comunidad circundante, que se organizó para manifestar su oposición. "Este es un sector que demográficamente está colapsado y lo que estamos solicitando es parar el impacto vial que tiene la rotonda Atenas... vial, social, de higiene", decía la presidenta de la junta de vecinos de Los Volcanes, Alejandra Alonso.
Los habitantes señalaban que sus casa se devaluarían y exigían un plebiscito para definir el futuro del proyecto. Pero a casi cinco meses de las primeras protestas, el edificio de 15 pisos es casi una realidad: más de veinte familias ya obtuvieron el subsidio y han postulado en total unas 2 mil trescientas.
Este miércoles, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo lo comunicó como uno de los 124 proyectos habitacionales que se construirán en el país en el marco del Programa de Integración Social y Territorial, con lo que se financiará casi el 60% del proyecto.
Pero en paralelo al avance técnico del proyecto, en la Municipalidad de Las Condes fijan los ojos en otro flanco que pretenden trabajar antes de que el edificio se inaugure: la relación entre los habitantes actuales y quienes serán sus futuros vecinos.
"Ojalá no haya caceroleos"
"Hoy es el verdadero punto de partida de un proyecto que para nosotros es emblemático", dijo este miércoles el alcalde de Las Condes, al referirse a la inclusión del proyecto en el programa del Minvu. El hecho lo vuelve económicamente viable: el aporte de la municipalidad es la donación del terreno, pero el del Minvu es la posibilidad de acceder a los departamentos mediante subsidios.
"Llamo a los vecinos de Las Condes a que estemos contentos. Ojalá no haya caceroleos ni banderas negras, todo lo contrario: tenemos que demostrar que en un lugar donde el valor del metro cuadrado es más de 50 UF pueden convivir personas de diferentes sectores socioeconómicos", agregó Lavín.
"Llamo a los vecinos de Las Condes a que estemos contentos. Ojalá no haya caceroleos ni banderas negras, todo lo contrario, tenemos que demostrar que en un lugar donde el valor del metro cuadrado es más de 50 UF pueden convivir personas de diferentes sectores socioeconómicos"
Joaquín Lavín
El alcalde aseguró que entiende que existan algunos "prejuicios". "Es natural que ocurra porque claro, se van a construir viviendas sociales en medio de este lugar donde el terreno vale eso... pero lo vamos a hacer bien, y creo que a la larga esto va a ser un gran beneficio no solo para Las Condes, sino que se va a demostrar que en Chile la integración social a este nivel realmente es posible", aseguró.
Pero para que la construcción del edificio se inicie y el encuentro entre los habitantes de produzca, todavía quedan algunos meses. Actualmente la municipalidad cuenta con un anteproyecto, que se convertirá en un proyecto oficialmente luego de tres meses en los que se realizarán estudios técnicos: de agua, luz, alcantarillado, estructura y suelo. Entonces se podrá licitar, lo que duraría otros dos meses.
"Estamos hablando de unos seis meses más", dice a Emol el arquitecto y coordinador del proyecto de viviendas de integración, Carlos Alarcón. El edificio contará con departamentos de 1.100 UF para las familias más vulnerables y 2.200 UF para quienes puedan optar a créditos hipotecarios. La diferencia en la construcción estará en la cantidad de terminaciones y atributos, como las bodegas y estacionamientos.
"La idea es que se conozcan"
Dentro de sus funciones de Alarcón ha estado la de velar por la convivencia entre quienes han habitado y quienes próximamente habitarán el sector.
"Por encargo del alcalde ha habido cerca de cinco reuniones y adicionalmente él se ha reunido con los disidentes", explica. Se trata, precisa, de quienes habitan hacia el poniente de Cuarto Centenario. Las reuniones han sido distintas: algunas de diez personas, otras de cuarenta, y el objetivo ha sido principalmente dar a conocer el proyecto.
Con la venia obtenida del Minvu, pretenden aumentar el número de reuniones. En ellas, el arquitecto ha conocido los argumentos que los vecinos tienen para oponerse. "Al principio temían que pudieran llegar personas con malos antecedentes, mala forma de vivir... le temían a la delincuencia y a los malos hábitos, pero se ha ido conversando", señala.
En ese sentido, el mismo Concejo Municipal ha hecho algunos movimientos. "Puso el requisito de que no van a ser personas con antecedentes penales y que se va a pedir más ahorro, no solamente las 10 UF que exige el Minvu, sino 70 u 80 UF", explica.
El municipio tiene considerado, además, poner en marcha un plan de seguimiento para las familias que se adjudiquen el subsidio. "La idea es hacer un seguimiento, un recorrido, que se conozcan con los vecinos que los van a acoger", cuenta.
La idea será coordinada con el Departamento de Asesoría Urbana y el de Desarrollo Social de la municipalidad, en conjunto con las juntas de vecinos de la zona.