Los artesanos rechazan la fecha del cambio.
El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- Los artesanos, artistas y orfebres que mantienen sus puestos en el paseo San Martín manifestaron su rechazo al plan de la Municipalidad de Viña del Mar que busca cambiarlos a otro lugar en pleno verano.
Los gremios que los reúnen aseguran que les dieron un ultimátum: Si este lunes no firman un acuerdo para ceder sus puestos, se les suspenderán sus permisos para trabajar. Su traslado sería a metros del lugar actual y contaría con 12 módulos nuevos, los cuales aún no están terminados, aseguran.
Pablo Hernández, presidente de la Agrupación Gremial de Artesanos Paseo San Martín, comentó que "el problema es que nos quieren cambiar de la noche a la mañana, en pleno verano, desde el 25 al 15 de enero".
"Si no firmamos, se nos caducan los permisos y eso es una amenaza"
Pablo Hernández, artesano
Incluso, señaló que "los puestos no están listos, ni siquiera han empezado a arreglarlos y queda un mes para la fecha que ellos dicen. Y más encima esto es provisorio, después van a hacer un coladero para el definitivo".
El temor de los artesanos es que si se van el sitio que ocupan hoy ea utilizado por vendedores ambulantes.
Víctor Flores, orfebre de cobre y secretario de la Agrupación de artistas y artesanos del Muelle Vergara, comentó: "Nos están presionando, esto tiene que ser con tiempo y desde marzo. Trabajamos todo el invierno para tener productos para el verano, estamos todos endeudados".
"Más del 50% de los actuales locatarios no venden artesanías propiamente tal"
Patricia Leiva, municipalidad de Viña del Mar
Por su parte, la directora de Seguridad Pública de la municipalidad, Patricia Leiva, explicó que "más del 50% de los actuales locatarios no venden artesanías propiamente tal, sino prefabricados que se pueden adquirir en cualquier otro lugar".
Es por eso, que recordó que se hizo una mesa técnica con los dos sindicatos, con el fin de "ordenar la actividad, privilegiando la venta de artesanías acorde a la calidad turística de Viña del Mar". Añadió que se trata de una "marcha blanca" para un proyecto más grande.
"Los ocupantes de los actuales locales no han realizado un esfuerzo para mejorar el entorno. El objetivo final es despejar el borde costero para brindar mayor seguridad a los peatones y en este proceso se hace necesario el traslado de los locatarios y que acepten la propuesta a los módulos, quienes contarán con el permiso respectivo", enfatizó.