En este tractor viajaba junto al comunero fallecido el menor M.A.P.C. "Ellos estaban disparando a nuestras espaldas, primero balines de goma, pero, de repente, mandó como 4 o 5 disparos al aire y hacia nosotros, ya que las balas rebotaban en el tractor", declaró el joven.
Mario Quilodrán, El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- "Nosotros estábamos en la casa de Marcelo, con Camilo (Catrillanca), y luego salimos hacia la casa de Camilo en La Romana y nos pillamos que estaba cortado el camino y tratamos de pasar por un atajo, cuando nos encontramos con Fuerzas Especiales a pie. Ellos aparecieron de repente, apuntando. Aparecen 20 fuerzas especiales de infantería y comenzaron a disparar a quemarropa".
Así parte el primer testimonio que dio el menor M.A.P.C., la noche del miércoles 14 de noviembre, mientras estaba detenido en la Comisaría de Collipulli y luego de ver cómo el comunero mapuche, Camilo Catrillanca, perdía la vida al recibir una bala en la nuca mientras se movilizaban en un tractor en la comunidad de Temucuicui, en Ercilla (Región de La Araucanía).
El menor de 15 años dio esta declaración, que fue publicada por Ciper, a una abogada del
Instituto de Derechos Humanos que lo visitó horas después del confuso incidente policial.
Esta declaración que tras ser contrastada, permitió detectar las primeras incongruencias con el testimonio que dieron los cuatro funcionarios del GOPE de Carabineros que participaron del hecho, y que fueron dados de baja el domingo por haber eliminado evidencia, como la memoria de un cámara que portaban y que habría grabado momentos clave de la muerte de Catrillanca.
"Cuando dimos vuelta el tractor, avanzamos hacia delante y Carabineros dispara. Estábamos de espalda. Había uno de ellos con cámara. Él fue que disparó", sostiene el menor en su declaración.
Y agrega: "Ellos estaban disparando a nuestras espaldas, primero balines de goma, pero, de repente, mandó como 4 o 5 disparos al aire y hacia nosotros, ya que las balas rebotaban en el tractor. Camilo iba manejando y me grita 'agáchate'. Me agacho y veo hacia la izquierda y veo que estaba botando una cosa amarilla por la nariz. Paré el tractor, me bajé con los brazos en alto y grito: 'Le dieron', 'le dieron'".
"Luego me tiran al suelo y me subieron a la tanqueta. Ahí adentro un carabinero se sacó la cinta de grabación. La guardó. Puso otra cinta en la cámara y comenzó a grabar. Cuando estaba esposado va un carabinero por detrás y me pega con la (subametralladora) UZI. Viene otro por detrás, que le decían coronel, y me pegó nuevamente", sostuvo el adolescente.
"Me ponen la esposa de plástico y me pegaban patadas y me decían 'párate culiao'. Me levantan y veo al Camilo y lo entran. Me pegan un 'paipe' (manotazo en la cabeza), me golpean con la puerta de la tanqueta y me suben. Llevan a Camilo a Ercilla. Cuando me detienen, a Camilo lo bajan del tractor y se gritaban: 'La mansa cagaita', pa que chucha se pusieron a webear’. Lo llevan al Cesfam de Ercilla", finaliza el relato de M.A.P.C.
La detención del menor posteriormente fue declarada ilegal. Ayer, en tanto, el persecutor Roberto Garrido, coordinador de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Regional, tomó declaración al adolescente, la cual se extendió por cerca de 3 horas.
"Se estableció una evaluación de su condición psicológica y de la capacidad que tenía para prestar declaración y participar en diligencias de investigación. (Tras ello) logramos recabar varios antecedentes que después corroboramos en el mismo sitio del suceso", expresó Garrido.
