SANTIAGO.- El "puente de Los Carros" cruza el río Mapocho, frente al paseo 21 de Mayo, en la comuna de Recoleta. La Vega y el mercado de abasto Tirso de Molina se conectan con el Mercado Central gracias a él, pero hoy luce con rejas en sus ingresos y rayados en su estructura. Nadie puede pasar.
La Municipalidad de Santiago decidió clausurar este paso peatonal en septiembre de 2016, debido a problemas en su estructura. Su inestabilidad suponía un riesgo para los transeúntes. Ya lleva dos años cerrado.
Su nombre original es Puente del Ferrocarril Urbano, pero es conocido como el "puente de los carros", debido a que servía para transportar los tranvías al taller por 1870, cuando existía la compañía del Ferrocarril Urbano.
El tiempo avanzó, el ferrocarril desapareció y en los terrenos que ocupaba nació La Vega, cuyo principal punto de entrada desde el sur era entonces el puente de 13 arcos altos. El alto flujo de personas llevó a la municipalidad a declararlo de uso peatonal.
Su nueva función permitió la instalación de locales comerciales: 13 eran los vendedores que tenían autorización para trabajar en la estructura. Aunque, al poco tiempo fue frecuentado por comerciantes ambulantes.
128 años tiene el puente Los Carros
El puente fue instalado en el año 1890, la construcción fue hecha por la firma de origen inglés Lever, Murphy & Cía, de Caleta Abarca en Valparaíso. Fue declarada Monumento Nacional en 1997. A comienzos del siglo XXI era un lugar de encuentro entre artistas y músicos.
En una carta enviada el lunes pasado a El Mercurio, Francisco Calvo, diácono de la Pastoral Solidaria Mercado Tirso de Molina, realizó un llamado de atención sobre la situación actual del puente Los Carros.
Para él, el cierre del puente, que se suponía sería "transitorio", se debe a un "excesivo comercio ambulante irregular que se instaló allí".
"Está afectando (el cierre) gravemente a los locatarios del Mercado de Abasto Tirso de Molina"
Francisco Calvo, Diácono de la Pastoral Solidaria Mercado Tirso de Molina
Actualmente hay una "dificultad de acceso desde el sur de la ciudad, que queda reducido a los puentes de extremo de Recoleta e Independencia". Este hecho está "afectando gravemente a los locatarios del Mercado de Abasto Tirso de Molina".
El tema ya se conversó con los alcaldes de la Municipalidad de Recoleta y la de Santiago, "ambas autoridades nos han dado absolutamente el apoyo para reabrir el puente". Aunque también buscan juntarse con intendenta Karla Rubilar
A su juicio, existe la "necesidad de que este monumento nacional pueda ser nuevamente habilitado en forma exclusiva para el uso peatonal, sin ningún tipo de comercio".
"El cierre del puente afectó lo que era el flujo de clientes"
Johan Ahumada, administrador del mercado Tirso de Molina
Johan Ahumada, administrador del Mercado Tirso de Molina, concuerda con que "el cierre del puente afectó lo que era el flujo de clientes, porque era una pasada natural entre Santiago y Recoleta".
Los clientes comenzaron a trasladarse por otros pasos, como el de La Paz, lo que significa "rodear el mercado y pasar directamente a La Vega Central. El cierre disminuyó las ventas", añadió.
La clausura del Puente de los Carros, afirmó, "está sustentada con informes preliminares sobre la estructura y también sobre el funcionamiento del comercio en la vía pública".
Proyecto de recuperación
Desde la municipalidad de Santiago, no quisieron referirse al tema, pero aseguraron que están trabajando en un proyecto de recuperación del puente Los Carros.
Esta iniciativa se suma a los cambios que quieren hacer en el casco histórico de la comuna: Modificar los paseos peatonales de Ahumada, Estado, Huérfanos y 21 de Mayo.
Y la colorida intervención artística en la calle Bandera, que hoy funciona como un paseo peatonal, función que el Puente de los Carros busca recuperar.
