SANTIAGO.- Hasta el fundo del empresario Raúl Schüler llegó nuevamente el equipo de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI, en búsqueda de piezas robadas con alto valor patrimonial.
En el lugar se están llevando a cabo una serie de diligencias por orden del fiscal jefe de Alta Complejidad de Rancagua, Sergio Moya, a cargo de la investigación generada tras el hallazgo de piezas realizado en la misma hacienda de San Francisco de Mostazal hace unos días.
El domingo, la PDI encontró ocho estatuas de mármol sustraídas del polígono de monumentos históricos del Cementerio General; dos esculturas de hierro hurtadas del cerro Santa Lucía; una de la plaza Rubén Darío en Valparaíso y dos cofres de plata robados desde la Iglesia de San Francisco. Así también, en el predio de 43 hectáreas había armamento de la Guerra del Pacífico y fósiles que tendrían una data de cuatro mil años.
Si bien Schüler no ha sido detenido, la fiscalía de Rancagua ya informó que el empresario está siendo indagado en calidad de imputado y el Juzgado de Garantía de Graneros fijó para el 20 de diciembre la audiencia en que se le imputarán los delitos de receptación e infracción a la Ley de Control de Armas y de la Ley de Monumentos.
Debido al valor patrimonial de las obras, desde la PDI explicaron que es difícil establecer un avalúo claro. Pese a esto, indicaron que cada una de las estatuas puede alcanzar un valor cercano a los $150 millones en el mercado informal.
Al lugar llegó el fiscal Moya, en compañía del persecutor regional de O'Higgins, Emiliano Arias.
