Uno de los detenidos por la riña.
Carabineros
SANTIAGO.- El llamado oportuno de testigos permitió detener al principal sospechoso del crimen que, esta madrugada, ocurrió en medio de una riña en las inmediaciones de la villa Frei de Ñuñoa que se desató entre jóvenes que jugaban un partido de baby fútbol y un grupo que venía de una fiesta por el fin de las jornadas de rendición de la PSU.
El escenario fue la plaza Ramón Cruz. Allí, a quienes hacían deporte, el aprehendido que regresaba del festejo les preguntó su tenían cigarrillos. La negativa indignó al fumador que sacó un arma blanca y comenzó a amenazarlos.
Fue entonces que la pelea se desató. Tras varios minutos de enfrentamientos, ésta comenzó a disolverse, cuando un joven cae al piso sin signos vitales.
Con el transcurso de la investigación, la Brigada de Homicidios de la PDI determinó que el fallecido era un acompañante del sujeto armado: Habría intentado calmarlo para que no ocurriera una desgracia que lamentar.
Según el comisario Orlando Calderón, "se trata de una riña en que participan un grupo que se estaba divirtiendo y jugando a la pelota y otro más pequeño que pasaba por el lugar que sería el de la víctima y del victimario. Este último habría solicitado cigarrillos a los que jugaban a la pelota, pero ante la negativa, y según los antecedentes, éstos se habrían burlado de ellos comenzando la pelea".
"Ofuscado por la situación, uno de estos jóvenes extrajo un arma cortante con la que comenzó a agredir. En esta dinámica a uno de sus propios amigos, que se acerca para tratar de calmarlo, él no se percata, le causa una herida grave torácica", añadió.
Además del fallecido, la riña dejó seis lesionados, uno de ellos se mantiene con riesgo grave en el Hospital del Salvador.
La PDI detuvo a C.M.P. (24 años) como presunto responsable del crimen y a D.B.F. (21). Ambos serán formalizados esta tarde por la muerte del hombre de 30 años.
En tanto, el alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi, anunció acciones legales por los sucedido en los alrededores de la plaza Frei, cuyos vecinos condenaron el crimen y pidieron no estigmatizar el sector que califican como tranquilo.