SANTIAGO.- Hace menos de un mes se dio a conocer el fallo de la
Corte Suprema que obligó al Ministerio de Salud a financiar un medicamento (Spinraza) que cuesta más de $500 millones -solo el primer año de tratamiento- para un niño de Concepción con
atrofia muscular espinal.
Con eso, según agrupaciones de pacientes, el tribunal abrió la puerta para que más personas buscaran cobertura mediante la justicia para fármacos de alto costo que no están incluidos en la ley Ricarte Soto.
Justamente esta semana se sumó un nuevo caso, que ya constituye la cuarta sentencia a favor de un paciente que necesita este mismo producto (tres contra Fonasa y uno contra isapre).
Esta vez se trata de Elvira Fuentealba, quien interpuso un recurso de protección contra el seguro público -el Servicio de Salud de Talcahuano y el Hospital Las Higueras- por negarle a su hijo de tres años el acceso al medicamento Spinraza, que es el único tratamiento disponible contra la atrofia muscular espinal.
Y la Corte Suprema ratificó la sentencia de la Corte de Apelaciones, invocando el resguardo del derecho a la vida.
Según Fuentealba, "esto es una gran alegría porque nos permite soñar con que nuestro hijo mejore". Agrega que "otras familias vienen detrás haciendo todo el juicio, porque esta es la única opción que nos queda".