SANTIAGO.- A las 9:55 de la mañana comenzó la toma de declaración en calidad de testigo del c
omandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, en el marco de las indagatorias ligadas a un presunto tráfico de armas al interior de la institución castrense.
La diligencia está siendo encabezada por el fiscal regional Metropolitano Sur, Raúl Guzmán, y apoyada por los persecutores Cristián Galdames -jefe de la unidad especializada en Antinarcóticosy Crimen Organizado-, y Claudio Orellana, de la misma división.
El testimonio, que está siendo recogido al interior del edificio de la comandancia en jefe del Ejército ubicada en la calle Tupper, comuna de Santiago, fue requerido luego que The Clinic publicara un audio donde Martínez se refería a la venta ilegal de armas por parte de algunos uniformados a grupos de narcos.
"Tenemos información de que hay oficiales y cuadro permanente que compra armas por la vía legal, que después las dan por perdidas, pero que lo que están haciendo es venderlas a grupos de narcos, de delincuentes. De eso estamos hablando", aseguró el general en medio de un discurso privado.
Rápidamente, el ministro de Defensa, Alberto Espina, aseguró que las palabras del comandante hacían referencia a "hechos del pasado": Se judicializó el caso de un soldado que apareció comprando armas y vendiendo a los narcotraficantes, lo que por cierto es un hecho extraordinariamente grave".
Ante la situación, la máxima autoridad del Ministerio Público, Jorge Abbott, designó a Guzmán como encargado de las indagatorias ligadas, quien ya solicitó información a la institución.