EMOLTV

Negativa a leer Lemebel: Expertos advierten que no es recomendable imponer y plantean deficiencias en inclusión

El investigador del Centro de Justicia Educacional de la PUC, Ernesto Treviño, sostuvo que en el caso del Liceo de Hombres San Francisco de Quito, "la argumentación para elegir un texto no tiene nada que ver con la calidad de la obra sino que una condición o característica del autor".

09 de Diciembre de 2018 | 11:04 | Por Camila Gálvez Sandoval, Emol
imagen
Cristian Carvallo, El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- "La esquina es mi corazón" del autor nacional Pedro Lemebel fue el texto que abrió la polémica al interior del Liceo de Hombres San Francisco de Quito de la comuna de Independencia. Esto luego que los estudiantes se negaran a leerlo al considerar que se trataba de un escritor "asqueroso", aludiendo a su homosexualidad.


Argumentos que fueron respaldados por los padres y apoderados al considerar que se estaba produciendo una "homosexualización" de sus hijos. Tras ello, se realizó una votación en la que se impuso la opción de no leerlo, aunque también se dio la libertad de hacerlo.

Sobre este tema y la conveniencia de obligar a los alumnos a realizar determinados tipos de lectura, Emol consultó a una serie de expertos que entregaron sus opiniones.

Para el investigador del Centro de Justicia Educacional de la Universidad Católica, Ernesto Treviño, hay que tener presentes dos cosas. Por un lado, sostiene que desde el punto de vista de la lectura, todas las recomendaciones indican que es mucho mejor que los estudiantes o las personas escojan textos de su preferencia.

"Sin embargo, el gran problema que tiene este caso en particular, es que la argumentación para elegir un texto no tiene nada que ver con la calidad de la obra, sino que una condición o característica del autor y podría darse el caso en que los estudiantes no quieran leer algo escrito por una mujer, por ejemplo, o por un indígena o por alguien que es de raza negra y eso me parece muy problemático", manifiesta.

Treviño explica que existe una lista de textos de literatura nacional y universal junto con un currículum que orienta qué obra escoger, los cuales muchas veces no son conocidos por los padres o apoderados.

"Si tuviéramos que dejar a los estudiantes o a los apoderados elegir todos los libros del colegio, vamos a suponer que como en este caso tienen una cierta argumentación homofóbica, pues no solamente podrían no leer a Pedro Lemebel pero tampoco podrían leer a Federico García Lorca, a Oscar Wilde dos autores de la literatura universal histórica y también universales", puntualiza.

El director del Programa de Magíster en Psicología Educacional de la Universidad Mayor, Rodrigo López, afirma que la negativa del estudiante de leer al también autor de "Tengo miedo torero", refleja más bien un punto de vista de los padres, que de los jóvenes.

"Mal por el colegio que no ha sabido instalar, comunicar el mensaje de la inclusión en la formación, mal por los padres porque de algún modo están formando jóvenes con sistema de creencias bien acotados que no se adaptan a los requerimientos del siglo XXI", expone.

Sobre esta situación, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, dijo que como cartera lo único que han hecho y quieren promover, es el respeto a los valores y a la diversidad.

A juicio de López esa respuesta refleja un Ministerio poco claro y poco decidor. "Me parece que apuntar el tema a la reflexión a la libertad son palabras de algún modo bien abstractas porque confunden. Aquí es necesario enviar un mensaje desde el Ministerio que desde la diversidad nos construimos como una sociedad mejor", señaló.

Loreto Jara, profesora de Historia e investigadora de Política Educativa de Educación 2020, comentó que lo que habría que destacar es la lectura como una oportunidad para desarrollar pensamiento crítico.

"Si la pregunta es '¿hay que obligar a los estudiantes a leer determinados textos?' No. Lo que pasa es que hay lecturas sugeridas por curso, asociados a la edad y a los objetivos de aprendizaje que se entregan en cada curso. Pero no es conveniente generar obligación de leer algunos textos al menos no completamente pero sí, sería súper interesante por ejemplo que se puedan leer algunos fragmentos de textos que aparecen en algunas lecturas sugeridas o en el plan de lectura complementaria, para que los y las estudiantes puedan desarrollar opinión respecto de textos que puedan ser o no ser de su mayor agrado", recalca.

Jara concluye que el gran desafío está en que los docentes puedan desarrollar algunas estrategias de innovación pedagógica que involucren más a los estudiantes.

"Si hay ciertas resistencias como pasó con los textos de Lemebel, hacer de eso una conversación y una reflexión, o sea: ¿Por qué no queremos leer a un escritor como Lemebel? ¿Es porque es homosexual? ¿Es porque desarrolla literatura gay? Y ¿por qué no queremos leer esa literatura? ¿Porque nos molesta? ¿Por qué no la entendemos? ¿Porque no nos gusta? Demos argumentos literarios para eso. Argumentos comunicativos, no argumentos que partan desde del prejuicio, hoy una de las necesidades que tiene la escuela es aprender a vivir en la diversidad", precisa.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?