SANTIAGO.- "La víctima sufrió eventos que cambiaron su vida". Esta frase, parte de los alegatos de la fiscalía, figura en la condena de una mujer de hoy 31 años por abuso sexual reiterado contra un menor que tenía 12 años al momento de los hechos, ocurridos en 2014.
El Tribunal Oral en lo Penal de Calama sentenció a Andrea Salinas a tres años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva.
En el juicio, el fiscal Claudio Sobarzo afirmó que el menor fue obligado a tener encuentros íntimos con quien fuera pareja de un primo de la víctima. Además, que la sentenciada la ofrecía dinero para que no hablara de los vejámenes.
12años tenía la víctima al momento de los hechos
Durante el juicio, la acusada renunció a su derecho a guardar silencio y rechazó la imputación, declarando que la víctima la denunció por una supuesta venganza, ya que se molestó porque en un momento dado le pidió plata y ella no se lo dio.
Sin embargo, el menor declaró y reiteró que los abusos comenzaron hace cuatro años y calificó la experiencia como traumática, ya que le significó una persistente crisis de pánico y que incluso intentó atentar contra su vida.
Además, aseguró que estos episodios le impedían llevar una vida normal, ya que no podía asistir normalmente a clases y recién ahora a los 16 años de edad pudo retomar sus estudios.
"La víctima sufrió eventos que cambiaron su vida"
Fiscal Claudio Sobarzo
En el juicio también declaró la psiquiatra del menor, quien dijo que el paciente sufría trastorno de pánico con síntomas depresivos. Asimismo, en diálogo con la familia del joven, fundamentalmente su abuela y su padre, éstos relataron a la profesional que el menor había tenido episodios de autoagresión.
También, el psicólogo que hizo el examen sobre la credibilidad del relato del menor, y concluyó que la narración de los abusos contiene los elementos de verosimilitud que se exige en estos casos.
Los hechos
El primer hecho ocurrió en agosto de dicho año, cuando la víctima de iniciales E.A.E.A. se encontraba en el domicilio de la imputada. Mientras veían televisión, ella comenzó a hablarle de temas de índole sexual, lo que terminó en los abusos.
Mientras que el segundo ocurrió al mes siguiente, en el mismo lugar y circunstancias. Tras ambas situaciones, la imputada le dio al menor dinero en efectivo y cuando este le dijo que contaría a su madre lo sucedido, esta le ofreció comprarle cosas para que no lo hiciera.
El tribunal estableció que los hechos son constitutivos del delito de abuso sexual impropio reiterado en grado de consumado. Es por esto que la mujer fue condenada a una pena de 5 años y 1 día de presidio mayor en su grado mínimo, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva.
Además, deberá cumplir la pena de inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con menores de edad.