Una de las bases en la isla Picton.
El Mercurio
SANTIAGO.- Por estos días, hace 40 años, el conflicto limítrofe por el
canal Beagle y varias islas adyacentes casi lleva a una guerra a Chile y Argentina. Gracias a la intervención del Papa Juan Pablo II, los tambores de guerra se acallaron y años después se logró un acuerdo.
En la decisión papal se le otorgó a Argentina una parte de la zona económicamente exclusiva y Chile pasó a tener plena soberanía sobre las islas en cuestión:
Picton,
Nueva y
Lennox.
Pero, ¿cuánto se sabe de estos territorios insulares que causaron tanta controversia?
Para empezar, hay que precisar hasta comienzos del siglo XIX todos estos sectores tenían nombres de origen yagán, los que en su mayoría fueron modificados en las tres expediciones realizadas por el barco inglés HMS Beagle, el cuál realizó un estudio hidrográfico de las costas chilenas australes entre 1826 y 1843.
El primer recorrido (1826-1830) estuvo al mando de Phillip Parker King y el segundo (1831-1836) estuvo a cargo de Robert Fitz Roy. En esta última travesía participó el naturalista Charles Darwin, quien en 1839 publicó "el viaje del Beagle".
"Muchos de los canales entonces descubiertos llevan aún hoy los nombres de algunos miembros de su tripulación o de héroes nacionales británicos", dice E. Lucas Bridges en el primer capítulo de su libro "El ultimo confín de la Tierra", publicado en 1948.
Y es así realmente. El canal de Beagle era llamado Aunashaka, que significaba "canal de los onas", pero fue modificado en homenaje al a la famosa embarcación HMS Beagle.
Picton y Lennox
Siguiendo esta línea Parker King y Fitz Roy bautizaron la isla Picton, en memoria del militar británico Thomas Picton, muerto en 1815 en la batalla de Waterloo. Antes de eso, la zona era conocida como Shukaku. Según Cristina Calderón, conocida como la última hablante nativa del idioma yagán, este concepto significaba "isla de pastos".
Por otra parte, la isla Lennox, de 171 kilómetros cuadrados, en un principio era llamada "Imien". En 1624 el vicealmirante Geen Huygen Schapenham, de la escuadra holandesa de Nassau, la identificó como Terhalten. Schapenham recorrió estas costas y redactó un documento que es considerado el primer relato del contacto con yaganes, donde detalló el comportamiento, cultura material y rasgos físicos de los aborígenes.
Por último, Fitz Roy la llamó Lennox en honor a Matthew Stuart, IV conde de Lennox , según señala Anne Chapman en su libro "European encounters with the Yamana people of Cape Horn, before and after Darwin" (2010).
En el año 1995 surgió una idea de cambiar su nombre por el de "isla Coronel Videla", con el objeto de trocar toda la toponimia (nombres propios de territorios) europea no castellana por nombres en castellano o de personalidades destacadas de la historia de Chile. En este caso el nombre se refería a Ernesto Videla Cifuentes, jefe de la delegación de Chile ante la mediación de la Santa Sede en la disputa marítima austral con Argentina. "En ese tiempo se hablaba de poner otros nombres, son sólo opiniones, pero no hubo nada concreto", dijo a Emol Sergio Lausic, quien historiador de la región.
Junto a esto, el académico explicó por qué no es una buena decisión hacer este tipo de modificaciones. "La toponimia de la geografía tienen una historia muy particular, no es recomendable estar cambiándole los nombres porque ya aparecen así en toda la nomenclatura mundial. La zona chilena de los canales es de patrimonio histórico mundial, entonces es muy difícil cambiarle los nombres por sujetos, que si bien han tenido alguna relevancia, no están en la historia tradicional marítima. Por eso tampoco se puede volver a los nombres que que fueron puestos por los nativos".
El misterio de isla Nueva
El caso de isla Nueva (Shunushu en yagán) es más bien un misterio. Para Víctor Hernández, quien es historiador y trabaja en el museo Naval de Punta Arenas, es probable que Allen Gardiner, un misionero anglicano británico, esté detrás de este nombre.
"Gardiner intentó colocar una especie de colonia, de posesión británica en Tierra del Fuego, pero fue sorprendido por gente de la goleta Ancud y le ordenaron que abandonara la zona. Fue una persona muy interesante y poco estudiada y es probable que tenga relación con esta isla y que la haya llamado 'new'".
En un documento llamado "la presencia británica en la Patagonia" se señala a James Cook como el responsable de la denominación de isla Nueva, viaje que realizó por lo menos 30 años antes que HMS Beagle. Este hombre fue un explorador y cartógrafo inglés, conocido por ser el segundo europeo en llegar a Nueva Zelanda. Tal vez por eso eligió ese nombre para el territorio insular de 120 kilómetros cuadrados.