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Del abrupto fin de su carrera parlamentaria al intento de liderar RD: El regreso de Javiera Parada

Hace poco más de un año su militancia estuvo en duda debido a la decisión del partido de bajar su postulación al Congreso. Sin embargo, fiel a su historia personal, la actriz decidió quedarse y pelear desde adentro un espacio.

30 de Diciembre de 2018 | 16:04 | Por Felipe Vargas Morales, Emol
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La abanderada pretende extender el diálogo de RD con el resto de la oposición.

El Mercurio.
SANTIAGO.- Corría 1989 y el país se preparaba para desarrollar las primeras elecciones desde 1973. Se acababa la dictadura y en ese contexto, un grupo de realizadores decidió grabar un documental: "Javiera de Chile", era su título, en el cual Javiera Parada Ortiz, novel actriz de 15 años e icono de las violaciones a los DD.HH. tras el asesinato de su padre en 1985 en el Caso Degollados, relataba sus vivencias tras esa dolorosa experiencia.

16 años más tarde y tras un extenso periodo en España, la realizadora Pilar Egaña retrató el presente de aquella joven que dejó el país buscando una nueva vida tras la intensa infancia que sobrellevó. "Javiera de Barcelona" se llamó el registro, el que la muestra en el peak de su exploración artística con 30 años. Hoy, trece años después, no sería difícil imaginar una tercera edición de la saga, ahora con 44 años y enfocada en ser líder de un partido político.

Y es que la historia y el perfil de la postulante a la presidencia de Revolución Democrática (RD) tiene claros tintes cinematográficos. Nieta de María Maluenda, fundadora del Teatro Experimental de la Universidad de Chile y luego diputada del PC y el PPD, desde pequeña siguió la impronta de su abuela combinando cultura y política. Es en esta última área donde ha sido una figura que no ha pasado pasado inadvertida en el joven partido.

De hecho, cuando tenía 10 años se convirtió en una estrella de televisión, participando en las teleseries La Torre 10 y Marta a las Ocho. Mientras eso ocurría, vivió el gran golpe de su vida: La muerte de su padre, el sociólogo José Manuel Parada, activo colaborador de la Vicaría de la Solidaridad. Tras ello, detuvo su incipiente carrera televisiva y se convirtió en una de las activistas de DD.HH. más relevantes en el cierre del régimen de Pinochet.

Sin embargo, llegó un momento en que decidió dejar atrás su rol público y en 1992, con 17 años llegó a Barcelona, donde se enamoró, estudió teatro y se convirtió en una gestora cultural. "El dolor no me permitía vivir en este país", explicó una vez que regresó en marzo de 2005, motivada por los cambios sociales y políticos que a su juicio se avecinaban para Chile.

Con Bachelet y el Frente Amplio

Ya de vuelta, Parada renovó su vínculo con la política, aquella que fue influenciada por sus abuelos y padres y que la llevó a militar en las Juventudes Comunistas desde los 13 a los 17 años. Tras la caída del Muro de Berlín, decidió dejar el PC cuando se dio cuenta de que condenaban la dictadura chilena, pero no las que protagonizaban en otras latitudes.

En su época española, cansada de la disciplina partidaria y las trabas del sistema, mutó de la izquierda al anarquismo y luego volvió a creer. ¿El motivo? La primera candidatura presidencial de Michelle Bachelet, amiga íntima de su madre y a quien conoció desde su niñez, cuando ambas trabajaban en el Pidee (Fundación de Protección a la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia).

Fue así que ingresó al comando, produjo el acto de cierre de campaña con los jóvenes y aportó en la franja televisiva. Una vez que Bachelet ganó la elección, Parada asumió un cargo en la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de RR.EE. y cuando acabó el gobierno, retornó a su rol de actriz, pero no dejó de pensar en clave política.

En 2011 se sumó al movimiento estudiantil, comandado por el presidente de la FEUC, Giorgio Jackson y participó en la formación del movimiento Revolución Democrática. Sin embargo, el 5 de abril de 2013, tomó una compleja decisión que puso en problemas al incipiente partido: Ese día, se dio a conocer su incorporación al comando de Michelle Bachelet para su segunda postulación a La Moneda.

La decisión motivó a la colectividad a suspender su militancia, debido a la distancia que buscaban tener respecto de la Nueva Mayoría o ex Concertación. Sin embargo, su estadía en el equipo de la ex Presidenta no duró más de un mes, ya que renunció en protesta por la decisión de los partidos del bloque de no realizar primarias para elegir a los postulantes al parlamento.

Tras ello reactivó sus tareas en RD y fue una de las principales impulsoras y voceras del Movimiento Marca AC, para promover una Asamblea Constituyente. Pero una vez que Bachelet ganó la elección, Parada volvió a tomar una decisión difícil para su partido: Asumió como Agregada Cultural de Chile en Estados Unidos.

Su nominación no estuvo exenta de críticas, debido al vínculo de amistad entre su madre y la Mandataria y el alto perfil político que mantuvo durante su gestión. De hecho, su activa participación en Twitter, con ácidos reproches hacia la centroderecha, le costó el cargo en mayo de 2016.

De vuelta en Chile, por segunda vez, revivió sus participación en RD, pero esta vez formalmente: Asumiría como candidata a diputada por el distrito 8. Existían altas expectativas en su campaña, pero un nuevo hecho mediático puso fin a su carrera al Congreso: El 20 de marzo de 2017 protagonizó un choque en estado de ebriedad en Providencia, episodio que motivó al partido a bajar su postulación.

El episodio fue duro y la enfrentó con los líderes de la colectividad. Tras recibir el apoyo transversal de un grupo de mujeres como Cecilia Pérez y Carolina Tohá, entre otras, aseguraba en ese momento que “estamos en 2017 y sigue habiendo impedimentos para el surgimiento de los liderazgos femeninos".

Pese a ello, Parada no renunció al partido y apoyó a su reemplazante, el actual diputado Pablo Vidal. Pero las polémicas no se detuvieron, porque en julio de 2017 abrió una grieta en el naciente Frente Amplio en plena campaña presidencial de Beatriz Sánchez, tras emplazar al sector de izquierda del bloque a dejar de defender al "régimen autoritario venezolano".

Y hoy, a un año y 8 meses de que la bajaran como candidata, postula a la mesa de RD. Este lunes inscribió su lista con la adhesión de los tres principales grupos opositores a la actual directiva que dirige Rodrigo Echecopar, que es respaldada por el diputado Giorgio Jackson: "Pantalones Largos" (grupo con mayor apertura hacia la Nueva Mayoría y del que ella es parte junto al diputado Miguel Crispi); los "Territorialistas" y "RD Popular".

En la víspera de su inscripción, Parada aseguró que el partido está viviendo una "profunda crisis", lo cual la enfrentó con Jackson. Y es que ella apunta a corregir los errores de gestión que a su juicio se han cometido, como la controvertida rendición de gastos de asados y cervezas ante el Servel, y elevar el perfil de la colectividad, ampliando sus vínculos con toda la oposición.
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