SANTIAGO.- Gran repercusión produjo este sábado el anuncio de que el obispo Fernando Ramos, secretario general de la Conferencia Episcopal chilena, reemplazará al obispo castrense y presidente de la instancia, Santiago Silva, en la reunión de los titulares de los episcopados de la Iglesia Católica del mundo con el Papa Francisco en Roma.
La cita, que se llevará cabo en el Vaticano el próximo 21 de febrero, tiene como objetivo abordar la "protección de menores", temática que fue tratada por primera vez en mayo pasado, cuando 34 obispos chilenos fueron convocados por el Papa para esclarecer las causas de los abusos sexuales ocurridos en el país y la desinformación del Pontífice por el presunto encubrimiento por parte del obispo Juan Barros de los delitos de Fernando Karadima. Estos antecedentes fueron expuestos en el informe que realizó el arzobispo de Malta, Charles Scicluna.
Tras esa oportunidad, las autoridades de la Iglesia chilena recibieron un documento redactado por el Papa, donde señaló que hubo una falta de acción y sanción frente a los abusos sexuales. Hoy, a siete meses del primer encuentro, los obispos tendrán que presentar los avances en esta materia.
Pero, ¿qué implicancias tendrá la reunión y la asistencia de Ramos?
El rol que se juega Ramos como representante en esta cita será clave, afirma Marcial Sánchez, doctor en Historia y especialista en catolicismo. "Lo que más me interesa es sabe qué va a decir (Ramos) en esa reunión por parte de la Iglesia chilena, porque hace un tiempo se mandó un cuestionario que tiene tres focos que son importantes: la situación de abusos en el país, qué se está haciendo en cuanto a esta situación y cuáles son las proyecciones (...) para que esto no vuelva a suceder".
Por otro lado, agrega a Emol que sería interesante que "la ciudadanía conociera cuál es el planteamiento que van a llevar los obispos chilenos o va a llevar este obispo en particular (Ramos) que va a representar sobre la situación de abuso en el país. Qué es lo que se va a llevar, qué es lo que se va a plantear, cuántos abusos van a decir que existe, cómo se está llevando a cabo esto, si hay una investigación previa real dentro de la propia Curia, a quién le dijeron que hiciera esa investigación y (...) qué se está haciendo".
Por su parte, Álvaro Ramis, teólogo y el doctor en filosofía moral de la Universidad de Chile, sostiene que la reunión podría provocar el nombramiento del reemplazante del arzobispo Ezzati. "Seguramente va a surgir después de febrero, después del encuentro en Roma, debido que se ve que es una situación urgente", detalla el experto a Emol.
Según él es clave el encuentro de febrero, "ahí pueden surgir grandes cambios en términos de la disciplina eclesiástica o de las reformas canónicas que se necesitan implementar. Se podría llegar a tener un cierto acuerdo básico. Esta reunión (...) es más bien operativa, entonces lo que uno podría esperar son procedimientos disciplinares, normativos, institucionales que permitan garantizar un antes y un después en la vida eclesial. Eso podría ser un gran motivo de esperanza para las víctimas".
21de febrero será la reunión de los presidentes de las Conferencias Episcopales con el Papa
La teóloga de la Universidad Católica, Claudia Leal, sostiene que las expectativas de la cita tienen que ser "prudentes" ya que los "procesos son muy lentos" y "cambiar la mentalidad de la jerarquía de la iglesia no es cosa de un día para otro".
Las repercusiones que podría traer la convocatoria, "deben ser evaluadas en un contexto más universal, es una reunión que confirma el diagnóstico que el Papa ha hecho en relación a los abusos de poder, de conciencia y sexuales son un flagelo que afecta a la iglesia en su totalidad", indica.
Según la experta, la Iglesia chilena debería "reformular su noción de justicia social" y ser capaz de "traducir todo lo que ella dice sobre la justicia y sobre los distintos valores del cristianismo en relación a la población más vulnerable: niños, mujeres, los indígenas y las minorías sexuales".
Imagen con la que se presentará la Iglesia chilena
El desafío que tendrá Ramos será enfrentar el desprestigio con el que llega la Iglesia nacional a la reunión en el Vaticano, plantea Sánchez. "Estoy absolutamente claro que el que vaya va a dar foco igual de comentarios porque de alguna u otra forma la Conferencia Episcopal chilena tiene un desprestigio bastante grande dentro de nuestro país y también fuera del país. Chile es uno de los cinco o seis países que están siendo más vulnerados, por lo tanto, los ojos van a estar en él que vaya".
"(Ramos) Se va a enfrentar a una situación a la que va a tener que responder en Roma, que es la situación de un país que hoy día está siendo tildado (...) como un país en el que efectivamente se ha abusado de niños por parte de religiosos y religiosas"
Marcial Sánchez, especialista en catolicismo
"Se va a enfrentar a una situación a la que va a tener que responder en Roma, que es la situación de un país que hoy día está siendo tildado (...) como un país en el que efectivamente se ha abusado de niños por parte de religiosos y religiosas", agrega.
Por su parte, Ramis señala que la posición con la que va la Iglesia chilena es de "extrema debilidad. Yo creo que es una de las iglesias del mundo más débiles hoy día, más cuestionadas".
"No es lo mismo que vaya el presidente de la Conferencia Episcopal investido de la representatividad de todos los obispos que están respaldándolo, a que vaya un secretario general cuestionado socialmente con una sensación de que es un reemplazante debido a que el titular está cuestionado y no puede ser juez y parte", finaliza.