Los efectos de la detonación ocurrida a mediados de mes cerca de Escuela Militar.
Aton.
SANTIAGO.- Entre el 3 y 31 de diciembre, Carabineros recibió cinco llamados que ameritaron la concurrencia del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) a un lugar de la Región Metropolitana con el fin de constatar la presencia de supuestos artefactos explosivos, confirmaron desde la institución.
El primero de ellos ocurrió el primer lunes del mes, cuando dos personas dejaron una mochila con un galón de 10 kilos de gas similar a helio, para sustraer dinero desde un cajero automático al interior de una sucursal del BancoEstado, ubicada en la esquina de la avenida Cristóbal Colón y Los Troyanos, en Las Condes.
Los involucrados no lograron sustraer las gavetas y escaparon. El lugar, sin embargo, resultó con daños producto de la explosión.
Dos días después, el 5 de diciembre, los efectivos llegaron hasta el Instituto de Salud Pública, en la avenida Marathon, Ñuñoa, por el aviso de un sobre dirigido a un fiscal de Talagante que previamente había entregado información que aludía a la organización terrorista vasca, ETA. Finalmente, no se halló ninguna especie peligrosa.
Ya el 11 de diciembre, un artefacto explosivo detonó en la sucursal del BancoEstado de Apoquindo 4660, en el sector de Escuela Militar. Y si bien en un comienzo se creyó que la situación respondía a un robo frustrado, la fiscalía Sur comunicó más tarde la vinculación con movimientos anarquistas y asistémicos.
Otro llamado que implicó el movimiento del Gope ocurrió el pasado viernes, luego que se encontrara, tras un allanamiento, un dispositivo con características incendiarias al interior de una celda del penal de Colina, en el cual se encuentran recluidos los internos de alta complejidad.
Mientras que el último procedimiento ocurrió esta mañana en avenida Vitacura, nuevamente frente a una sucursal del BancoEstado. En el lugar se encontraron dos bolsas negras con dos cilindros de gas de 15 kilos y cables eléctricos adosados.
