SANTIAGO.- El jueves 27 de diciembre falleció Benjamín Velásquez (10), quien necesitaba un trasplante de hígado. Cinco días más tarde, el 1 de enero, dejó de existir Joaquín Adasme (9) por el mismo motivo.
Según cifras del Ministerio de Salud (Minsal) en 2018 se registraron 119 donantes, lo que derivó en 342 trasplantes, en comparación a los 171 donantes que hubo un año antes, lo que redundó en 450 intervenciones de este tipo.
En este momento en Chile hay
1.966 personas en lista de espera, de las cuales la mayoría aguarda por un riñón, seguida por córneas, hígado, pulmón, páncreas y corazón.
Si bien el Minsal no entrega información sobre la cantidad de niños que espera por trasplante o se han sometido a uno, expertos estiman que cerca del 10% de los que se sometieron a esta intervención quirúrgica son menores de 18 años.
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No más del 10% son trasplantes pediátricos. El problema que tienen los niños que están esperando un trasplante, por ejemplo cardíaco, es que se requieren de una compatibilidad sanguínea y de tamaño. No podemos entregarle el corazón de un adulto a un niño de 3 años", señaló a
Emol Javier Domínguez, ex presidente de la desaparecida Corporación del Trasplante.
Esta cifra es respaldada por el
coordinador nacional de Trasplantes de Órganos del Minsal,
José Luis Rojas, quien precisó que "si al año se realizan 100 trasplantes hepáticos, se hacen entre 8 y 15 trasplantes pediátricos de hígado. Y si al año se hacen 240 trasplantes renales, cerca de 25 son pediátricos".
"La edad del donante es tan importante como el peso y la talla para algunos órganos en particular, como por ejemplo el corazón y el pulmón. Aquí no solamente necesitamos un donante joven, sino también uno que tenga peso y talla compatible".
José Luis Rojas, coordinador de Trasplantes del Minsal
Junto a esto agrega que los trasplantes pediátricos presentan varias restricciones en relación a las cualidades del donante y el receptor.
"La edad del donante es tan importante como el peso y la talla para algunos órganos en particular, como por ejemplo el corazón y el pulmón. Aquí no solamente necesitamos un donante joven, sino también uno que tenga peso y talla compatible. No es factible ponerle a un niño que pesa 10 kilos el corazón de una persona que pesa 70. Por eso muchas veces encontrar un corazón para un niño cuesta tanto", explicó.
Por su parte Álvaro Becerra, presidente de la fundación Cambiemos la Historia, que da a conocer casos de personas que esperan trasplantes para sensibilizar sobre el tema, indicó que es difícil para los niños encontrar un donante, "porque el universo de donantes para los receptores es más pequeño y porque la negativa familiar de los donantes es más fuerte. Lo anterior cuesta un poco más, ya que hay más sensibilidad, es más difícil la decisión, tal vez nunca se ha pensado en el tema, por eso a lo que siempre apelamos es a la conversación familiar. Pero entre niños y adultos tal vez es menos frecuente esta conversación".
1.966son las personas que están en lista de espera
En este sentido detalló que la negativa familiar comúnmente es de un 50% y en el caso de los donantes pediátricos es más alta, pues bordea el
70%. "Está muy relacionado con el apego al cuerpo, algo más físico y espiritual que otra cosa", aseguró Becerra.
Agregó de los casos que dieron a conocer durante 2018, 11 niños fueron trasplantados.
Finalmente, Alvaro Kompatzki, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Trasplante, comentó que "los niños en Chile tienen prioridad. En general los menores de 18 años, cuando hay un donante, tienen prioridad para recibir el órgano en relación al resto de las personas. Por suerte todas las organizaciones que participamos en este proceso consideramos que la priorización hacia los niños es fundamental", dijo.
