SANTIAGO.- El próximo lunes 14 de enero los obispos chilenos miembros del comité permanente de la Conferencia Episcopal serán recibidos por el Papa Francisco en Roma, así lo confirmaron este viernes desde la Iglesia nacional a través de un comunicado.
Audiencia que fue solicitada por el episcopado en la última asamblea plenaria de obispos el pasado noviembre, y que tiene como finalidad "dar a conocer al pontífice el caminar recorrido por la Iglesia en Chile desde el encuentro que conferencia episcopal él sostuvo en mayo, en el vaticano", con los prelados del país, señalaron desde el organismo religioso.
Asimismo, indicó el documento, "en espíritu de comunión y colaboración con el Papa, los obispos le presentarán los procesos vividos y en curso, los compromisos asumidos y proyecciones".
El comité permanente de la Conferencia Episcopal está integrado por los obispos Santiago Silva, Fernando Ramos, Juan Ignacio González, René Rebolledo y el cardenal Ricardo Ezzati, quienes se espera que acudan a la cita.
Este último viajaría a la Santa Sede en medio de la incertidumbre por su continuidad en el cargo como arzobispo de Santiago. Además, tanto Ezzati como Silva (presidente de la Conferencia Episcopal) fueron citados a declarar en calidad de imputados en el marco de las investigaciones que lleva la fiscalía por abusos sexuales y de conciencia perpetrados por miembros de la Iglesia: ambos acusados de encubrir vejámenes.
De hecho, según consignó El Mercurio, otro tema que se espera abordar durante el encuentro con Francisco es el estado en se encuentran los cargos de los obispos nacionales, ya que en mayo pasado todos pusieron sus puestos a disposición del Papa en el marco de la crisis que afecta a la Iglesia nacional, de las cuales se han concretado siete.
Algunos prelados, señaló el mismo medio, considerarían que las renuncias, al no ser confirmadas, ya habrían expirado, y que la única pendiente, por motivos de edad, es la de Ezzati.
Otra situación que podría abordarse en la cita es si finalmente el Vaticano accederá o no a la petición de la fiscalía chilena en el sentido de entregar el denominado "Informe Scicluna", el cual contendría detalles de abusos cometidos por religiosos, considerando los acuerdos de colaboración existentes entre el Ministerio Público y la Iglesia nacional.