SANTIAGO.- La Corte Suprema condenó al Estado de Chile a realizar una indemnización de $345 millones a familiares de seis víctimas fatales, quienes se encontraban en un camping en la localidad de Curanipe cuando el tsumani asoló la zona en la madrugada del 27 de febrero de 2010.
Este veredicto fue emitido por la Tercera Sala del máximo tribunal que estableció la responsabilidad del Estado por no servir adecuadamente al no contar con planes de emergencia ante catástrofes naturales.
El texto judicial señala que "en el lugar no existía señalética de demarcación de las posibles salidas de emergencia", por otro lado, los guardias y trabajadores del camping no estaban capacitados en tsumani, además "no contaban con equipos de iluminación de emergencia, megáfonos o medios de alerta".
Es por esto que la "gran parte de los turistas quedaron sin saber qué hacer una vez terminado el sismo, a la espera de la información por parte de la autoridad", agrega el informe.
Hay que destacar que cuando el mar llegó al sector, donde se encontraban los turistas, fue 25 minutos después del terremoto, cuya ola alcanzó una altura aproximadamente de seis metros, ingresando por el río Cunaripe.
Los magistrados especificaron que la respectiva municipalidad no contaba con un plan de emergencia, a pesar de que el turismo destaca en la localidad. "Siendo el turismo una fuente importante de ingreso para la localidad de Curanipe, le correspondía a la autoridad adoptar funciones de resguardo a través de un sistema", concluyeron los jueces.
En esa línea, explicaron que deberían haber educado a la población visitante y local, haber determinado las zonas de resguardo o emergencia, "y en general, de las medidas necesarias para otorgar opciones de preparación a las personas que visitaban la zona".
