SANTIAGO.- Tras 17 años en Europa, el
ex obispo Francisco Cox regresó a Chile para enfrentar los procesos llevados en su contra por abusos sexuales que habría sido cometidos mientras ejercía el sacerdocio.
Así lo confirmaron fuentes de Emol sobre el religioso que en 1997 renunció a la arquidiócesis de La Serena por denuncias de conductas "inapropiadas" y por las cuales en 2002 la Congregación de los Padres de Schoenstatt decidió derivarlo a una casa en la localidad de Vallendar, Alemania, con el fin de que dedique el resto de su días a una "vida de silencio, la oración y la penitencia".
A comienzos de octubre del año pasado, y a través de un comunicado, el movimiento explicó que en el período en que el padre vivió en la Región de Coquimbo tuvieron conocimiento sobre diferentes situaciones abusivas cometidas por él pero que "en ese momento no respondimos como la situación lo requería".
Señalaron además que en 2017 recibieron una denuncia formal "realizada por una persona residente en el extranjero, de un hecho ocurrido en Alemania el año 2004. Acogimos al denunciante y realizamos la debida investigación según la normativa de la Conferencia Episcopal Alemana y la Conferencia de las Órdenes religiosas".
"Toda la información fue enviada a la fiscalía federal, según contempla el procedimiento formal en Alemania. Igualmente, enviamos toda esa información a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Roma, que todavía analiza esta información", informaron en aquella oportunidad.
En tanto, por esos días se reveló también que el Ministerio Público se encuentra investigando cuatro hechos de índole similar que habrían ocurrido mientras ejercía el sacerdocio.
Ante la situación, Papa Francisco expulsó del sacerdocio a Cox, así también como a Marco Antonio Órdenes, ex obispo de Iquique, sobre quien también se conocieron nuevas denuncias.
Por su parte, equipo de TVN encontró al ex obispo en Alemania, ante quienes solo se limitó a decir: "Eso no es problema mío en estos momentos".