El Presidente Piñera junto a su par brasileño, Jair Bolsonaro, durante la asunción de este el 1 de enero pasado.
AFP
SANTIAGO.- "Quiero informar que en el mes de marzo vamos a tener una reunión de presidentes en nuestro país para dar impulso al proyecto Prosur, que es un foro para el desarrollo de América del Sur", dijo este martes el Presidente Sebastián Piñera, confirmando de ese modo la primera cumbre del nuevo bloque regional impulsado por su administración.
Ese día explicó que "América del Sur necesita un foro donde podamos dialogar, coordinarnos, colaborar y fortalecer nuestra integración (…) que nos permita no solo tratar los temas económicos y de integración y comerciales, sino que también los temas políticos de colaboración y de coordinación".
"Unasur ha fracasado, la mejor prueba de ello es que por exceso de ideologismo y burocracia está prácticamente inactivo hace tres años (…) Prosur es una instancia nueva, sin ideologismos y sin burocracia", enfatizó, subrayando las diferencias con el actual formato de convergencia, el cual fue paralizado por países como Argentina, Chile y Brasil.
En ese contexto, desde el Gobierno han estado trabajando a toda marcha para lograr el éxito de la cumbre, cuya fecha tentativa sería el 21 de marzo próximo. Es así que según fuentes de La Moneda, ya habrían conseguido la confirmación de la visita del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y de su par de Colombia, Iván Duque.
Asimismo, se espera que se desarrolle en nuestro país el segundo encuentro del grupo de negociadores, instancia en la que están presentes todos los países de América del Sur, excluyendo a Venezuela. En esa ocasión, se continuará discutiendo el formato de la organización y sus objetivos.
"Estamos avanzando en esto, próximamente tendremos una nueva reunión donde se van coordinando las agendas presidenciales (…) Tenemos una reunión la próxima semana y ahí daremos la fecha definitiva", explicó el pasado miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero.
El factor Cúcuta
No obstante, las conversaciones sobre la creación del nuevo foro están estrechamente vinculadas a lo que ocurra con la crisis de Venezuela. De hecho, lo que pueda ocurrir este sábado en el denominado 23-F, día fijado por el presidente encargado de ese país, Juan Guaidó, para ingresar alimentos y medicinas, es observado con atención por la región.
De acuerdo a diversas fuentes diplomáticas, el éxito o fracaso de la operación para sortear el bloqueo impuesto por el régimen de Nicolás Maduro para la entrada de la ayuda humanitaria puede influir en la conformación de Prosur. Esto, debido a las diferentes posturas asumidas por Bolivia y Uruguay frente a la tensión venezolana.
De hecho, mientras los presidentes de Chile, Colombia y Paraguay decidieron tomar un rol protagónico en la operación humanitaria, el resto de sus pares ha optado por mirar con prudencia o privilegiar sus distintas agendas internas. Ese es el caso de Argentina y Perú, cuyos líderes decidieron no acudir a Cúcuta.
En tanto, Bolivia ha otorgado un firme respaldo al gobierno de Maduro y Uruguay optó por el camino del diálogo, en conjunto con México y la Unión Europea. Esa divergencia de miradas es uno de los temas que sin duda estarán sobre la mesa una vez que los negociadores acuerden los términos de la nueva instancia regional.