SANTIAGO.- El presidente ejecutivo de América Solidaria, Benito Baranda, entró hoy al debate por los cambios que requiere la Iglesia frente a la crisis actual, y las recientes revelaciones sobre los sacerdotes con hijos.
"La Iglesia tiene que sincerar muchas cosas. Muchos sacerdotes tienen vida marital, inclusive hay un instructivo para aquellos que ya son padres. Pero muchos deben ser padres sin que se sepa y eso lo mantienen todavía oculto, y eso la Iglesia lo tiene que sincerar, tiene que cambiar su política en relación a eso", aseguró en entrevista con
Radio Universo. "Esto le incomoda a mucha gente, le incomoda a los obispos".
Sobre el libro Sodoma de Fréderic Martel, que analiza la sexualidad reprimida de los sacerdotes, afirmó que "es un tema que no lo hemos sabido enfrentar". "La Iglesia Católica sigue con esta carga pecaminosa de la sexualidad, todo el entorno de la sexualidad. La Iglesia se opuso a la educación sexual dentro de la estructura escolar y en parte la Iglesia es responsable de lo que ocurre hoy con el VIH".
"Cuando aparecieron la Jocas (…) encontré insólito que la Iglesia se opusiera a que los jóvenes empezaran a dialogar dentro de la estructura escolar su vida sexual. Y el argumento de uno de los obispos fue que era algo reservado a la familia, y le pregunté al obispo 'qué familia hace educación sexual'. Esas personas se están educando a través de internet y no tenemos control de internet", agregó.
"Hagan ustedes una revisión de todos los colegios católicos de Chile y pueden ver qué calidad de educación sexual tienen. Es irrisorio, es vergonzoso, yo que soy psicólogo digo que es impresionante que no se hablen los temas con la profundidad y crudeza que tiene que hablarse, particularmente en la adolescencia".
Apuntó a la imagen de Angelo Sodano como una de las figuras que menciona el libro. "No es que la Iglesia, que los obispos, que los sacerdotes... hay un grupo de personas que controlaron este poder y que fueron armando estas redes. También dentro de algunas de las congregaciones religiosas, no tengo conocimiento de eso, pero me imagino. Porque sí han habido escándalos dentro de alguna y han tenido que hacer modificaciones para sacar estas redes que se fueron armando".
La figura de Poblete
Consultado por la denuncia en contra del ex Capellán del Hogar de Cristo, Renato Poblete, Baranda –quien fue director social de la institución– dijo que es "totalmente creíble". "La declaración que hizo la Compañía de Jesús extremadamente dura, lo que hay en el testimonio de ella es extremadamente duro y muy crudo (...) han aparecido más testimonios, y esto va a ser muy duro", afirmó.
"Cada vez que tú desatas un abuso grande, como ocurrió con la gente que hemos conocido, los que han hablado, comienzan a hablar el resto de los que han estado afectados", agregó.
"La Iglesia se opuso a la educación sexual dentro de la estructura escolar y en parte la Iglesia es responsable de lo que ocurre hoy con el VIH"
Benito Baranda
Consultado sobre si él alguna vez vio algo o escuchó algún comentario, respondió: "Quienes trabajamos en el Hogar de Cristo éramos personas jóvenes que trabajamos en la operación de los programas. Nos encontrábamos una o dos veces a la semana con el Padre Poblete (…) no teníamos tanto vínculo con su vida comunitaria. La verdad es que no vivíamos con él: nos encontrábamos en la oficina, visitábamos los programas sociales con él (…) pero no teníamos mayor contacto con su vida familiar, su vida íntima".
"La crudeza de lo que dice la Compañía de Jesús en su declaración (…) no sé quién de esa generación pueda tener conocimiento, porque de los dos gerentes que había en aquella época uno no está tan bien y no sé si tenga tanto conocimiento, y el otro ya está bastante mayor y no tenían un vínculo tan directo. Hay que recordar que él era capellán del Hogar de Cristo, pero su oficina estaba en Almirante Barroso. Él iba al Hogar de Cristo, pero seguía en el centro Belarmino o el Cesoc trabajando".
Sobre la idea cambiar el nombre al parque Renato Poblete en Quinta Normal, dijo que "cuando tú tienes una persona que ha sido reconocida públicamente por ciertas virtudes y después descubres que esas virtudes públicas son enterradas por grandes violaciones a personas, a la dignidad de las personas, tú tienes que pegar una retirada inmediatamente y no te queda otra".
"En el fondo lo que quieres, a través de un nombre que pones en un lugar público, es que las personas que accedan a ese lugar puedan reconocer virtudes que les ayudan a ser mejores ciudadanos y en este caso esto quedó enlodado", concluyó.