SANTIAGO.- Siguiendo el proceso que llevó a cabo con el ex comandante en Jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, la ministra de la Corte Marcial Romy Rutherford procesó al ex tesorero de la institución castrense, Jozo Santic.
Tras tomar su declaración en calidad de inculpado, ordenó su detención por cinco días y luego lo encausó. En su caso, como autor de los delitos reiterados de fraude al Fisco, mediante la emisión de casi 60 facturas por un monto que bordea los $90 millones, y falsedad en materia de administración militar.
El ex jefe de Finanzas fue alcanzado por otras dos aristas que actualmente están a cargo de Rutherford y que refieren con las órdenes de pago por insumos para fotocopiadoras que no fueron utilizados.
En tanto, Fuente-Alba fue procesado por la malversación de $3.500 millones provenientes de gastos reservados. Por dicha indagatoria, aún hay diligencias pendientes que buscan determinar alguna posible participación de Santic, señalaron desde el Poder Judicial.
Cuaderno Tecnodata III
Esta arista, señala el procesamiento, refiere a cómo entre 2011 y 2012, un coronel que se desempeñaba como subtesorero de la Tesorería, "solicitó y consiguió la entrega de facturas falsas de la contribuyente Importaciones y Exportaciones TECNODATA S.A.,", obteniendo, en acuerdo con otros funcionarios, "indebidamente el pago de estas facturas con fondos fiscales".
$100Millones fue el montó por el cual Rutherford ordenó embargo en el caso de Santic
Rutherford señaló que las boletas fueron llenadas con glosas descriptivas que corresponderían a supuestas ventas de insumos computacionales, particularmente de cartuchos de tinta, tóneres y cartridges, adaptándose a los montos o cantidades acordados entre el proveedor y el coronel.
A su vez, este último, sostiene la ministra, "le encargaba a otros funcionarios la confección de la documentación de respaldo y obtener el pronto pago de las facturas".
Así, y una vez que el subtesorero tenía en su poder las facturas y su documentación de respaldo, "procedía a realizar las maniobras encaminadas a obtener, previo acuerdo, la firma de la persona que debía recepcionar los insumos computacionales, dando fe del recibo, como asimismo, de aquellas que debía otorgar 'visto bueno' o 'intervine', en su caso, lo anterior, por supuestos insumos computacionales que realmente nunca se habían recibido, generando de esa manera una apariencia de realidad y veracidad".
En esas condiciones, las facturas y documentación de respaldo fueron ingresadas al Departamento de Finanzas, cursándose la tramitación de las mismas.
Luego de que la institución transfiriera los fondos a la cuenta corriente del proveedor, el uniformado retiró los dineros, quedándose con una parte y entregando el resto, en efectivo o especies, al resto.
Todo lo anterior, asegura la ministra, "fue realizado con conocimiento y autorización del Director de Finanzas del Ejército de la época, quien además, en caso de faltar recursos para el pago de las facturas falsas aludidas (…) procedía a autorizar y disponer la entrega de remesas extraordinarias; aprovechándose luego de los dineros así conseguidos".
Cuaderno Tecnodata II
En cuanto a esta arista, el encausamiento de Rutherford señala que en 2013 uniformados de la Tesorería del Estado Mayor General (TEMGE) solicitaron y consiguieron la entrega de facturas falsas a fin de obtener "indebidamente fondos fiscales".
En este caso, las circunstancias muy similares a las de Tecnodata III, pero en la TEMGE: se llenaban facturas que corresponderían a la compra de insumos computacionales, adaptándose los montos o cantidades acordados entre el proveedor y los funcionarios de esa institución que eran los encargados de confeccionar la documentación de respaldo.
Una vez que el tesorero de la TEMGE acordaba los montos, "la cabo encargada de la adquisición y además de la recepción de bienes para el funcionamiento de la TEMGE, en conocimiento de que no se trataba de compras reales, tramitaba como operadora de Mercado Público las órdenes de compra respectivas según las indicaciones que le entregaba el referido tesorero".
Y continúa: "Luego, la mayor encargada de la Sección Finanzas de la misma Unidad, también en conocimiento de que se trataba de facturas falsas, procedía a otorgar su autorización y a la posterior suscripción de las mismas".
Posteriormente, funcionarios firmaban actas de recepción, dando fe del recibo y dando el 'visto bueno'. Los documentos ingresaron al Departamento II Finanzas, cursándose la tramitación de las mismas y luego se procedió a la transferencia y repartición como en Tecnodata III.
"(Todo) fue realizado con conocimiento y autorización del Director de Finanzas del Ejército de la época, quien además, en caso de faltar recursos para el pago de las facturas falsas aludidas (…) procedía a autorizar y disponer la entrega de remesas extraordinarias; aprovechándose luego de los dineros así conseguidos"
Participación de Santic según el procesamiento.
Lo adquirido, se entregaba a los involucrados en efectivo o a través de especies adquiridas con fondos fiscales, como televisores, notebook, monitores, DVD, videograbadores, computadores, tablets, pendrive, sistemas de audio, relojes, celulares, reproductor Blu-ray, impresoras, Ipad, y cámaras, entre otros.
Todo aquello, finaliza Rutherford, "estaba en conocimiento" del director de Finanzas, quien también autorizaba entrega de remesas extraordinarias en caso de faltar.
