SANTIAGO.- A eso de las 16:30 horas, el Presidente de Brasil,
Jair Bolsonaro, aterrizó en Santiago para participar de la reunión del Prosur que se llevará a cabo mañana en el Palacio de La Moneda, y en medio de los cuestionamientos por su visita.
Tras descender del avión, el Mandatario aseguró en un punto de prensa que "aquí no voy a hablar de Pinochet". Seguido de ello, afirmó tener "un profundo respeto por el pueblo chileno", agregando que con el Presidente Sebastián Piñera "trataremos asuntos de interés para nuestros países".
Su llegada se da en medio de los reproches de la oposición a sus opiniones en torno a la homosexualidad, por decir que "el error de la dictadura (en su país) fue torturar y no matar" o contra la mujer, cuando señaló que "deben ganar menos porque quedan embarazadas".
De hecho, los presidentes del Senado, Jaime Quintana (PPD), y de la Cámara, Iván Flores (DC) se restaron del almuerzo que este sábado el Gobierno organizará en su honor, argumentando que la presencia de Bolsonaro no se trata de una visita de Estado.
Incluso algunos parlamentarios del Frente Amplio ingresaron ayer un documento que busca declarar como persona "non grata" al gobernante brasileño.
Al respecto, el Mandatario restó importancia a los cuestionamientos indicando que todos tienen derecho a manifestarse recalcando y que "estamos en democracia".
Bolsonaro aterrizó en Chile proveniente de Estados Unidos, donde se reunió con su homólogo Donald Trump, con el objetivo de sellar una naciente alianza conservadora, fortalecer sus lazos económicos y militares, y aumentar la presión sobre Venezuela.