Fue en mayo de 2018 cuando la totalidad de los obispos de la Conferencia Episcopal chilena presentaron su renuncia ante el Papa Francisco en El Vaticano. Desde entonces, el Pontífice ha aceptado progresivamente algunas de ellas, a las que ayer se sumó la del ex arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati. Hoy, son 10 las diócesis que se encuentran con sede vacante de 27, lo que representa un 37% del total. Entre ellas está Copiapó, Rancagua, Valparaíso, Chillán, Osorno y Puerto Montt.