SANTIAGO.- En fallo dividido, la Tercera Sala de la Corte Suprema ordenó al Fisco pagar una indemnización de $105 millones a la familia de un hombre que falleció el 27 de febrero de 2010, en el tsunami que afectó a la ciudad de Talcahuano.
Así, el máximo tribunal estableció la responsabilidad del Estado por falta de servicio al generar una falsa sensación de seguridad en la población tras la ocurrencia del fenómeno.
En su fallo, la sala citó una vocería dada por el intendente de la Región del Biobío de la época, Jaime Tohá, en la cual informó a la comunidad, a las 5:01 AM y 5:19, "que el Contra Almirante Macchiavello Marceli, había expresado la inexistencia en un horizonte próximo de peligro de tsunami, llamando a la gente a la tranquilidad, a quedarse en casa y a salir sólo en caso de extrema necesidad".
E incluso señala: "Resulta entonces que debe examinarse si existió responsabilidad imputable a la autoridad en el suministro del servicio aplicable específicamente a este".
"Existió falta de servicio de parte del órgano estatal llamado a adoptar decisiones frente a un estado de catástrofe y decidir las instrucciones que se impartirían a la población para superarla".
Fallo de la Corte Suprema.
Ante el argumento de que la falta de comunicaciones impedían, en efecto, mantener a la autoridad dar cuenta del riesgo de tsunami, los ministros aseguran que "aquello en modo alguno puede justificar la conducta contraria", que refiere a asegurar a la población la inexistencia de tsunami o de riesgo de ocurrencia.
Por esto último, no es posible calificar las muertes producidas respecto de quienes lo acataron como "consecuencia atribuible al caso fortuito o de la fuerza mayor".
Y concluyen señalando que existió falta de servicio tanto al adoptar decisiones frente a la catástrofe, como también en decidir las instrucciones que se impartirían a la población para superarla, "cuya comunicación fue personificada en el Intendente de la época, reforzada por la intervención de la propia Presidenta de la República -Michelle Bachelet-, toda vez que sin contar con antecedentes fidedignos, comunicaciones idóneas, ni profesionales técnicos competentes, decidió descartar la posibilidad de ocurrencia de un tsunami".