SANTIAGO.- "El padre Eugenio Valenzuela ha solicitado formalmente al Superior General de la Compañía de Jesús su salida de la Orden y al Papa Francisco la dimisión del estado clerical".
Así informó este martes la Compañía de Jesús le decisión del ex provincial Eugenio Valenzuela, quien, en medio de acusaciones por abusos sexuales determinó alejarse de la congregación en la que tuvo un rol importante, marcado por la renovación de los jesuitas y la formación de 30 novicios.
El religioso, a quien sus cercanos llaman "Keno", nació en Florida, Estados Unidos. Hijo de Eugenio Valenzuela Somarriva, ex ministro del Tribunal Constitucional durante la dictadura, -quien tuvo un rol fundamental en la realización del plebiscito de 1988-, fue reconocido por jesuitas por su carisma y cercanía con los jóvenes, lo que se vio reflejado al ser nombrado como promotor vocacional de la orden y luego en 1998 fue designado como maestro en el Noviciado de Melipilla, labor en la que estuvo por diez años, siendo en esta época donde surgieron las primeras quejas en su contra, asociadas a una supuesta "dependencia emocional" de los novicios.
Valenzuela estuvo en el cargo hasta el año 2008, cuando un 25 de febrero fue nombrado como provincial de la Compañía en Chile, decisión que también fue cuestionada, según relató un jesuita a La Tercera, pues varios se preguntaron si alguien que generaba aquella supuesta dependencia emocional en los futuros sacerdotes podría ser provincial.
Según explicó el mismo medio, el ex provincial fue una figura muy relevante para los jesuitas, pues según ellos mismos afirmaban, era "el mejor de todos". De hecho, Valenzuela llevó adelante el desafío de promover una mayor integración de mujeres y laicos en las instituciones de la Compañía, con el fin de dar mayor cercanía y sintonía de los jesuitas con la realidad.
Primeras denuncias
Las primeras denuncias en contra de Valenzuela fueron conocidas a fines del 2010 y a principios del 2011, sin embargo, según detalló un comunicado difundido por el Arzobispado de Santiago en enero de 2014, éstas se refieren a hechos ocurridos entre 1995 y 1998, que no afectarían a menores de edad.
En la ocasión, la Iglesia emitió tales declaraciones en el marco de una nueva denuncia que se dio a conocer a comienzos de 2013, por lo que se determinó a fines de abril de ese año adelantar el cambio de Provincial. "De este modo, se inicia una investigación previa, bajo la responsabilidad de la nueva autoridad, lo que se concreta el 1 de octubre, un día después de asumir el nuevo Provincia", agregó la entidad.
Pese a lo anterior, la investigación fue cerrada determinando que las conductas denunciadas no eran constitutivas de delito eclesiástico. Sin embargo, algunas de ellas fueron consideradas "
imprudentes en el ejercicio del ministerio sacerdotal", por lo que el nuevo Provincial,
Cristián del Campo, aplicó medidas disciplinarias restrictivas contra Valenzuela.
Ese mismo año, se conoció una nueva denuncia contra el religioso, la que fue presentada a la Congregación de la Doctrina de la Fe, abriendo una nueva investigación e imponiendo a raíz de ella la restricción total del ejercicio público del ministerio sacerdotal a Eugenio Valenzuela. Durante ese periodo, el sacerdote vivió en la residencia San Ignacio, contigua al colegio San Ignacio Alonso Ovalle, donde ejerció labores de enfermería para auxiliar a jesuitas de la tercera edad que residían en el lugar, así como también labores domésticas.
Tres años después, durante 2018, se conoció una nueva denuncia, la que volvió a poner en la palestra el nombre de Valenzuela, quien hoy se encuentra a la espera de la decisión de la Santa Sede y del Superior General de la Compañía de Jesús respecto a su solicitud para alejarse del sacerdocio.