SANTIAGO.- El arzobispo emérito de Santiago, Ricardo Ezzati, negó esta mañana que haya cometido algún encubrimiento, delito por el cual la fiscalía lo está investigando.
"A ver, le quiero contestar inmediatamente diciéndole que en el gobierno que hice en Santiago jamás hemos encubierto nada, todas las denuncias fueron investigadas oportunamente", dijo a radio Cooperativa, aunque reconoció que "naturalmente hay investigaciones más difíciles que otras y es un trabajo que el obispo no realiza en primera persona".
"Siendo responsable de toda la vida de la iglesia, las funciones están distribuidas dentro de la diócesis. En la diócesis hay un vicario judicial, las investigaciones las hacen las personas que se designan para ello. Tiene que ser un jurista quien, terminada la investigación previa, tiene que tener el aporte de otros dos juristas, quienes revisan su trabajo y eso se presenta al obispo quien decide si se hace un proceso judicial penal", manifestó.
Seguido de ello, el cardenal, quien dejó el sábado el liderato del arzobispado de Santiago luego de que el Papa Francisco aceptara su renuncia, recalcó que "el encubrimiento es un delito", por los mismo, agregó, "si hay encubrimiento eso por supuesto, sea a nivel eclesiástico como civil, hay que investigarlo y si lo hay, tiene que haber la pena que corresponda".
"Sin duda alguna, pude haber cometido errores, y de los errores uno pide perdón. Pero quiero decir que si han habido errores, no han sido errores de encubrimiento ni conscientes".
Cardenal Ricardo Ezzati
En cuanto si ha existido encubrimiento en torno a los casos de abusos por parte de clérigos, Ezzati expuso que "
no excluyo que haya habido en alguna parte encubrimiento, lo que yo digo es que de mi parte todas las denuncias han sido investigadas y ya están en la Santa Sede. Hemos adquirido experiencia en esto".
¿Errores?
Consultado sobre si cometió algún error que pudo haber contribuido con las decenas de casos de abusos que han salido a la luz, indicó que, si bien, "el obispo es la cabeza de la iglesia local mientras ejerce su ministerio, no es el responsable de la vida de las personas y de sus actos. Las responsabilidades son siempre personales".
Dicho eso, comentó que "todos los días yo cuando inicio la jornada de eucaristía pido perdón de mis faltas y en la noche lo mismo. Sin duda alguna, pude haber cometido errores, y de los errores uno pide perdón. Pero quiero decir que si han habido errores, no han sido errores de encubrimiento ni conscientes".
"Son aprendizajes propios que hemos tenido durante estos años. Sin duda, si tuviera que comenzar de nuevo, algunas cosas las haría diferentes", añadió, destacando, eso sí, algunas de las investigaciones que le tocó llevar a cabo. "La Santa Sede, recién yo llegado a Santiago, me confió cuatro casos de abusos en los años 70', y los cuatro fueron resueltos con la dimisión del estado clerical".
Razones de su salida
Luego de que el Papa finalmente aceptara la renuncia del cardenal como arzobispo de Santiago, algunas voces relacionaron esta decisión con la investigación por encubrimiento que lleva adelante el Ministerio Público contra Ezzati.
"Hablar de persecución es una cosa muy grave. No me atrevo a decir que haya un grupo de personas que me persigue. Creo que la justicia tiene que hacer su deber y que investigue".
Cardenal Ricardo Ezzati
Al respecto, el presbítero fue claro: "
El motivo central de la renuncia es mi edad, tengo 77 años y meses y a los 75 debí haber dejado el gobierno de la arquidiócesis (...). Presente mi renuncia al Santo Padre de forma oportuna y él me ha pedido que pudiera seguir un tiempo para la búsqueda de un nuevo arzobispo".
Asimismo, aclaró que "yo no deje la iglesia de Santiago, soy miembro y soy arzobispo emérito de la iglesia de Santiago, pertenezco a la iglesia, la quiero mucho y por ella he dedicado muchos años de mi vida. Sea como sacerdote, profesor de la Universidad Católica, como obispo auxiliar y también como arzobispo".
Caso Laplagne y Muñoz
Ezzati también habló sobre las causas judiciales en las que es apuntado como presunto encubridor. Respecto al caso del sacerdote Jorge Laplagne, a quien se le imputa haber abusado de un menor de edad el año 2002, aseguró que "no hubo encubrimiento. El caso de Laplagne comenzó a ser investigado en la época en que el cardenal (Francisco Javier) Errázuriz era arzobispo de Santiago. Cuando yo llegué me encontré con una recomendación donde el promotor de justicia decía que el caso había que archivarlo porque no había mérito. El obispo tiene que hacer caso de la investigación hecha".
"Yo llegué en enero de 2011 a Santiago (...), y me encontré con la investigación del promotor de justicia, el padre (Raúl) Hasbún, el cuenta cómo fue eso y la conclusión es que no habiendo motivos para iniciar un proceso canónico, había que archivar la cosa mientras las persona que acusaba no hiciera una acusación nueva. Efectivamente fue así, en el 2018 esa persona hizo una nueva denuncia y se hizo la investigación previa", agregó.
En cuanto al caso del ex canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz -formalizado por violación y abusos-, Ezzati explicó que "él se me acercó y me dijo 'mire, tengo un problema con miembros de mi familia'. Yo le dije que no basta que te acuses conmigo, tenemos una institucionalidad objetiva y esta denuncia tiene que ser ahí".
"El primer día del año 2018 él presentó la denuncia, al día siguiente decreté la suspensión de todos sus oficios y el inicio de una investigación previa", señaló. Y respecto a si fue un error la decisión de fijar la residencia de Laplagne en un hogar de la familia de éste, Ezzati explicó que "yo no tenía idea del abuso, porque él solo se acusó de una conducta con un sobrino de él mayor de edad".
