Claudio Cortés, La Segunda
SANTIAGO.- El ex intendente metropolitano
Claudio Orrego, criticó a las autoridades regionales por descartar el
proyecto de remodelación del eje Alameda-Providencia que él mismo impulsó en 2015.
"El diagnóstico fue y es actualmente que la Alameda está muy lejos de lo que se merecen los dos millones de personas que transitan por ella diariamente: veredas en mal estado, sin ciclovías seguras, con un patrimonio deteriorado y transporte público que no tiene prioridad", sostuvo en entrevista con La Tercera.
"La ministra de Transportes, Gloria Hutt, ha reconocido que la primera etapa, el
Nudo Pajaritos, es un buen proyecto, que
está listo técnicamente y es rentable socialmente. Las otras tres etapas requieren terminar la ingeniería de detalle y asimilar eventuales observaciones. No es nada que cualquier obra de esta envergadura no tenga que enfrentar".
Asimismo, recordó que "en 2014 decidimos dar continuidad a iniciativas que venían de la gestión anterior (el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera), como Mapocho Pedaleable, Alameda-Providencia y la Ciclovía 42K. Entonces sabíamos que serían otros los que las inaugurarían. Así entendemos el concepto 'hacer ciudad', con una lógica de Estado. Las ciudades y los proyectos urbanos emblemáticos no se construyen en cuatro años. Eso toma décadas y requiere que las autoridades tengan liderazgo, visión y generosidad".
Respecto a lo señalado por la intendenta Karla Rubilar de que no hay recursos para el proyecto, Orrego señaló que "la fuente de los recursos es secundaria respecto del valor del proyecto. Podría ser financiada con fondos regionales, sectoriales o del presupuesto nacional. Lo de Las Condes fue una oportunidad que vimos con el entonces ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga y el alcalde Joaquín Lavín. Si no se puede con esos recursos, que se busquen otros".
"Estos proyectos intersectoriales e intergubernamentales son complejos y requieren mucha coordinación y liderazgo. Siempre es más fácil criticar y detener que proponer, diseñar e implementar, sobre todo si, además, uno cree en la transparencia que brindan los concursos públicos y la participación de la ciudadanía desde el primer día", añadió.
En esa línea, la ex máxima autoridad regional apuntó que "
una de las críticas más sorprendentes es que el proyecto no partió con los recursos aprobados. Eso supone una enorme ignorancia respecto de cómo funcionan el Estado y los grandes proyectos urbanos. Una iniciativa de esta magnitud demora años en obtener permisos, diseños y aprobaciones ambientales. Solo entonces, cuando ya existe claridad respecto de los montos, se toman las decisiones políticas sobre la fuente de recursos".
"En el caso de este proyecto, durante mi gestión dejamos comprometidos los recursos para la primera etapa, el Nudo Pajaritos, que era la única que estaba 100% terminada en su diseño. Ejecutar o no una obra que viene de un gobierno anterior supone visión urbana, mucha generosidad y una gran cuota de liderazgo para conseguir los recursos", dijo.
"Eso es lo que se espera de una autoridad, más que solo lamentarse de la falta de recursos o, peor aún, no asignar el presupuesto ya comprometido", concluyó Orrego.