SANTIAGO.- Sorpresa causó esta semana que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, figurara entre la lista de testigos que declararían en la causa que se lleva en contra de Jaime Orpis, en el marco del caso Corpesca. Esto a solicitud de la defensa del ex senador de la UDI, quien es indagado por presunto fraude al fisco, delito tributario y cohecho.
Situación ante la que Larraín se había mostrado disponible e incluso había señalado a CNN Chile, que testificaría con "mucho gusto", añadiendo además que "tengo plena confianza en Jaime Orpis, en su conducta, y espero dar testimonio de ello".
La comparecencia del ministro había sido justificada por él, debido a su calidad de ex senador, periodo en el cual Orpis pertenecía a la misma bancada parlamentaria. Pero el tema no dejó indiferente al mundo político y desde la oposición comenzaron a surgir rápidamente las primeras críticas.
Oposición alude al rol de ministro
En la oposición la lectura era clara, y apuntaba a que el secretario de Estado no podía separar el rol que cumplía al mando de la cartera de Justicia de este tema.
Así, el nuevo presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), señaló el miércoles en Radio Universo que "ese tema hace un poco de ruido y probablemente no sea lo adecuado. Hay que ser muy cuidadoso, pero insisto en esta opinión hay un lado humano de alguien que lo conoció muy bien, pero, con todo, nuestro sistema de Justicia está maduro para no aceptar presiones de ningún tipo".
Más duro en sus análisis fue el senador de la DC Francisco Huenchumilla, quien indicó a través de Twitter: "Un ministro de Estado no se debe a sus amigos, sino al Estado y sus instituciones para que se aplique la ley en forma objetiva y sin presiones y de esa manera exista Justicia (como lo dice el nombre del Ministerio). Este es un dilema ético y político Hernán Larraín".
Las reacciones en La Moneda
Ese mismo día, desde La Moneda se refirieron por primera vez al tema. El encargado de hacerlo fue el titular del Interior, Andrés Chadwick, quien justificó la decisión de Larraín, afirmando que la petición de declarar se trataba de un "requerimiento judicial".
Y si bien luego reconoció que su par de Justicia no había informado al Gobierno al respecto, precisó que "el ministro se debe al Estado, sin duda alguna, (declarar) no interfiere en nada su condición y su dedicación al Estado que pueda haber hecho un comentario que dice relación con una situación personal". A la vez que emplazó a "los amigos de la oposición a que no se aprovechen de cualquier cosa o de cualquier situación para hacer una crítica, porque aquí obedece a una situación netamente personal".
Pero ayer se sumó un nuevo episodio, luego que se conociese que el ministro había pedido al Tribunal Oral en lo Penal declarar en las oficinas del Ministerio de Justicia. Consultado por esto, Chadwick evidenció un cambio en la postura del Ejecutivo.
"Estoy seguro que el ministro Larraín adoptará las medidas para prestar esta declaración en términos que exista, muy claramente diferenciado, que es un rol personal y que no es un rol institucional", sentenció el jefe de gabinete.
El cambio de Larraín
Durante la tarde comenzaron a circular en Palacio la idea de que el ministro debería tomar cartas en el asunto y referirse públicamente el tema, lo cual descartaban que ocurriese en La Moneda. Esto pese a que Larraín concurrió hasta el Palacio de Gobierno a eso de las 14:00 horas, para participar de la audiencia que el Presidente Sebastián Piñera tendría con los miembros del Tribunal Constitucional (TC).
Con el pasar de las horas, se confirmó que finalmente sería a través de una declaración pública con la que el ministro abordaría la polémica, la cual ya había incomodado al Gobierno. Por ello, Larraín anunció más tarde su decisión de no declarar como testigo de la defensa de Orpis en el caso Corpesca.
"He pedido a la defensa de Jaime Orpis no participar como testigo en este caso, solicitud que ha sido concedida. Con ello quiero evitar toda duda respecto del tenor e intención de mis declaraciones. Lamento muy sinceramente la situación producida por mis palabras", afirmó en un comunicado.
Y agregó que "espero que esta decisión que he adoptado sea entendida como una contribución al cuidado de las instituciones y a despejar en la opinión pública las inquietudes que nunca fue mi intención provocar".