SANTIAGO.- Esta mañana arribó a la capital el administrador apostólico del Arzobispado de Santiago, obispo
Celestino Aós, tras pasar más de diez días en Roma, donde sostuvo reuniones con el Papa Francisco y otras autoridades del Vaticano con el fin de abordar la crisis al interior de la Iglesia católica chilena.
En esa línea, el jefe de la arquidiócesis capitalina calificó el viaje como "totalmente positivo. Se han superado todas las expectativas, me han recibido en todas partes y además han sido bien cordiales. Sobre todo quiero recalcar que en todas partes encontré el deseo, el propósito de colaborar, de ayudarnos".
Tras aclarar que no viene "con ninguna hoja" del denominado informe Scicluna -documento que contiene una serie de testimonios de abusos perpetrados por miembros de la Iglesia chilena-, indicó que si "los señores fiscales ven que urge una información de algún caso concreto, pueden pedir un exhorto, caso a caso, y entonces el Papa o ahí se evaluará la información que se pueda entregar", esto, señaló, con el ánimo de proteger la confidencialidad solicitada por la víctimas.
Respecto a cómo se traducirá en concreto su trabajo en el Vaticano durante estos días, Aós dijo que solicitó el pronto "nombramiento de obispos auxiliares que puedan colaborar en el ordenamiento del gobierno de la diócesis de Santiago. Los obispos auxiliares que estaban en este momento recibieron otra misión que la de ser administradores apostólicos de algunas otras sedes, en ese caso, yo espero que pronto envíen obispos auxiliares".
Encuentro con víctimas
Por otro lado, el reemplazante del cardenal Ricardo Ezzati, habló sobre el encuentro que sostendrá hoy con James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, víctimas del ex sacerdote y otrora párroco de El Bosque Fernando Karadima. Reunión que debiese concretarse a eso de las 11.30 horas.
Para Aós, esta será una cita entre personas "que quieren escucharse para conocer la verdad y para ayudarse en la medida de lo posible. Son personas concretas que han vivido su dolor concreto y que esperamos poder trabajar juntos para avanzar en ese camino: qué pasó, cómo pasó y qué debemos hacer para que esto no se repita, para que el dolor que padecieron ellos, no lo padezca nadie más",
"Y que para que efectivamente cuando haya por desgracia algún caso, no se actúe con la torpeza como cuando a veces se actuó con ellos", agregó.
En esa línea, el obispo convocó a todas las víctimas de abusos a "ofrecer una ayuda muy clara, porque ellos nos pueden indicar algunas señales que manifiesten que por ese camino vamos mal (...), ellos nos pueden decir qué les ayudó o qué les hizo más difícil todavía el camino".
"Queremos saber la verdad, pero por sobre todas las cosas, estructurar nuestra convivencia de manera que no vuelvan a repetirse estos hechos", concluyó.
