SANTIAGO.- Hoy Raúl Bascuñán y Patricio Burich fueron nombrados sacerdotes en la Catedral de Santiago. La ordenación fue encabezada por el Administrador Apostólico de Santiago, Celestino Aós, quien aprovechó la oportunidad para referirse al secreto de confesión.
Esto a raíz de que la Cámara de Diputados aprobó, el pasado 23 de abril, el proyecto que obliga a autoridades eclesiásticas a denunciar delitos sexuales contra menores.
La iniciativa, que pasó a segundo trámite y será revisada por el Senado, también obliga a acudir a la justicia en caso de que el abuso haya sido en contra de adultos y/o menores que por sus condiciones físicas o mentales requieren de especial protección.
Tras ordenar a los nuevos sacerdotes, Aós comentó que la iglesia tiene "una mirada y un mensaje sobre el trabajo, sobre la amistad y el amor, sobre el matrimonio y la familia, sobre la lealtad y el respeto a la intimidad del otro, intimidad de conciencia que la Iglesia respeta tan profundamente que jamás nadie podrá obligar a un sacerdote a que quebrante el sigilo de la confesión".
"Lo que ocurre en el confesionario, cuando usted se confiesa, ocurre entre Dios y usted, a través de la mediación de la iglesia, a través del sacerdote. Esto es santo es y sagrado, y no es transable", agregó.
Los nuevos sacerdotes
En la ceremonia, desarrollada en la Catedral de Santiago, Celestino Aós entregó un mensaje a los nuevos presbíteros, quienes se formaron por ocho años en el Seminario Pontificio Menor.
"Ustedes se ordenan sacerdotes hoy, aquí en la Iglesia de Santiago, y para la Iglesia de Santiago. Ustedes conocen los problemas que vivimos, que nos afectan, que tenemos que encarar. No traten nunca, nunca de justificar la maldad, el pecado, la mentira, pero no olviden tampoco nunca que el Señor Jesús ama y redime a los pecadores", manifestó Aós.
Por otro lado, Patricio Burich expresó la alegría de su nuevo desafío. "Jesús me ha robado el corazón, estoy dispuesto a poder servirlo a él y poder anunciar su amor a todas las personas que lo necesitan. Cuando el Señor llama es imposible resistirse, le digo a los jóvenes que experimenten ese llamado, que escuchen al Señor, es un camino precioso", comentó.
Por su parte el padre Raúl Bascuñán también se mostró agradecido. "Estoy muy feliz, agradecido, con ganas de servirlos a todos en la Iglesia de Santiago. Espero poder acercar a la gente a Jesús", indicó.
Por el momento, Raúl Bascuñán ejercerá labores en la Parroquia Jesús Carpintero de Renca y Patricio Burich, en la parroquia Santa Catalina de Siena, en la comuna de Ñuñoa.