SANTIAGO.- "Cada uno tiene el sistema político que quiera, lo que importa en este caso es que entre China y Chile estamos buscando con pragmatismo caminos, colaboración, que beneficie a ambos pueblos". Fueron las polémicas palabras que emitió el Presidente Sebastián Piñera a pocos días de iniciar su gira por Asia, luego de recibir críticas por la forma en que destacó al país.
Las declaraciones llevaron a la oposición e incluso a miembros del oficialismo a cuestionarlo. "No lo comparto" afirmó el presidente de RN, Mario Desbordes. "¿Y por qué se mete en Venezuela?", dijo por su parte el líder del PC, Guillermo Teillier.
Pero sus palabras no fueron lo único que se criticó del viaje. Lo que sigue generando reparos es un tema especialmente sensible para los chilenos: la participación de dos de sus hijos, Sebastián y Cristóbal Piñera, en la comitiva de la gira y en una reunión con empresas tecnológicas. Fue calificado por los propios parlamentarios de la delegación como algo que "confunde" y como una "imprudencia".
"Es, de verdad, un autogol gigantesco", expresa a Emol el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Robert Funk. "Uno pensaría que, dado el daño que le hizo Sebastián Dávalos a todo el proyecto de Michelle Bachelet, se darían cuenta de que podía generar ruido. Si uno hace una raya para la suma, se pueden haber firmado los mejores acuerdos, pero lo que queda no es eso".
Lo que queda, para Funk y para otros analistas, es precisamente la definición de Piñera sobre el régimen político chino y lo que falta por aclarar de la participación de sus hijos en la comitiva. "Debe dar explicaciones", opinan.
Lo positivo: Firmar acuerdos y descolgarse de Trump
Pero a pesar de la publicidad de lo que los expertos califican como "errores no forzados", también reconocen algunos aspectos positivos. "El Presidente estaba haciendo lo que tenía que hacer: trabajando en las relaciones internacionales del país con un gran socio comercial, y en los negocios no hay colores políticos", afirma el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker.
Funk, por su parte, asegura que "siempre hay cosas buenas, porque de las reuniones salen acuerdos". Para él, uno de los aspectos destacables es lo que pasó con Huawei. Luego de las críticas del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, se pensó que el Presidente desestimaría visitar a la empresa china. Sin embargo, finalmente sí se reunió con algunos de sus representantes.
"Estamos en un país donde la gente ya siempre que hay amiguismo y que falta meritocracia, y aunque los hijos hubieran sido los gerentes generales más importantes de Chile, eso no importa, porque lo que envía es una pésima señal"
Robert Funk
"Eso habla de cuánto caso le hace Chile a EE.UU. En el fondo, es una señal de que Chile y Piñera no se pierden con respecto a dónde deberían estar los intereses comerciales principales para los años que vienen. Demuestra la pérdida de influencia que tiene este EE.UU., que en el fondo es el gobierno de Trump", explica.
Para Javiera Arce, académica de la U. de Valparaíso, encontrar aspectos positivos no es tan rápido, pero se inclina por uno: que Chile validó "la postura china", que consiste en "no meterse con otros países" y que "va muy en contra de lo que propone EE.UU.".
Sin embargo, su diagnóstico es que el viaje demuestra la inexistencia de "una línea conductora en política exterior". "Con respecto a China se sube al principio de no intervención de los asuntos internos, pero no aplica la misma fórmula para América del Sur", dice.
Lo negativo: El régimen chino y la participación de sus hijos
La primera polémica, para Bunker, deja a Piñera como "inconsistente" y "le podría jugar una mala pasada con el tema de Venezuela". "Parecía bien consistente y empaquetado como lo estaba llevando hasta ahora, pero creo que le podría traer problemas en el futuro, porque sin duda va a ser una cuña que va a repercutir más adelante cuando el Presidente quiera opinar o empujar algún tipo de agenda política con respecto a lo de Venezuela", afirma.
Se trata, para el cientista político, de un "error no forzado" típico del Mandatario. "Si hay algo que le ha pasado la cuenta en los últimos años y en su primer gobierno son las salidas de libreto y sus dichos poco oportunos", opina.
Funk se lo explica con el hecho de que "Piñera es una persona que piensa mucho en términos concretos". "La declaración llega a pocas semanas de tener una tremenda cumbre en Chile, diseñada básicamente para criticar el sistema político venezolano. Por eso son errores que podrían haber sido muy evitables, pero que finalmente van a ser lo que va a quedar de este viaje", asegura.
"La política es mucho más un tema de impresiones y emociones que de sumas, cifras, datos y acuerdos. Por lo tanto, lo que importa es la señal que manda con hechos como sus hijos en la reunión. Estamos en un país donde la gente ya siempre que hay amiguismo y que falta meritocracia, y aunque los hijos hubieran sido los gerentes generales más importantes de Chile, eso no importa, porque lo que envía es una pésima señal", añade.
Para Arce, el impacto de la polémica ha sido tal que "la política exterior quedó capturada por los intereses personales del holding Piñera". "No tenemos idea de qué se trató la gira, porque la agenda completa se la tomó esto", opina, "y hay un límite entre lo legal y lo ético, donde creo que él tiene una confusión. Por eso, a pesar de que está con problemas, no ha acusado recibo".
Por eso, a juicio de Bunker, el Presidente debe "dar explicaciones". "Inicialmente a mí no me pareció mal, porque todos los presidentes viajan con sus familia, pero que sus hijos participen de fotos de negocios sí es cuestionable", dice.
"¿Con qué plata viajaron en el avión? ¿Se pagaron el pasaje ellos? ¿Es ético que viajen en el avión presidencial si tienen fines comerciales propios? ¿Si estaban representando al Estado, en qué capacidad y por qué ellos y no otros? Son preguntas que es importante responder, y creo que va a ser crucial el formato en que se hagan al Gobierno", concluye.