SANTIAGO.- Ya con la totalidad de los votos escrutados tras las elecciones generales de España celebradas el domingo, los resultados de Unidas Podemos se acercan más a una derrota, pues perdieron 29 diputados y casi un millón y medio de votos.
Así, superado por Ciudadanos, el movimiento de izquierda ha perdido su posición como tercera fuerza política y ha tenido que conformarse con 42 escaños, tras los comicios en los que el PSOE ha ganado y el Partido Popular ha obtenido su peor resultado.
En esa línea, a raíz de las comparaciones entre Podemos de España y el Frente Amplio Chileno, el
diputado RD, Pablo Vidal, miembro de la comisión de relaciones exteriores de la Cámara, aborda en conversación con
Emol las similitudes entre ambas coaliciones y plantea las lecciones que su partido saca tras el retroceso de Pablo Iglesias en las elecciones del 28 de abril.
-.¿Cómo queda el escenario electoral en España tras las elecciones del domingo? ¿Qué pasa con Unidas Podemos?
Sin lugar a dudas no es el resultado que Podemos esperaba, ni el que nosotros hubiésemos querido que ellos tuvieran. Lo que yo creo que ha pasado y que es la autocrítica que Podemos tiene que hacer es analizar cómo quizás han dejado de ser el canal a través del cual la ciudadanía expresa sus inquietudes y yo creo que en ese sentido, si bien es preocupante el resultado de Podemos, es entre comillas tranquilizador que ese trasvasije de votos se haya quedado en el Partido Socialista y no se haya ido a la derecha, porque lo que sería realmente un fracaso es que esas personas hubiesen votado por Ciudadanos, por el PP o por VOX y eso no ocurrió. La elección del domingo en España ratifica una mirada mucho más progresista de la ciudadanía española, además con una alta participación electoral".
-.Ante la comparación de Podemos con el Frente Amplio ¿Podría su partido llegar a la misma situación, perdiendo votantes y liderazgo en una futura elección?
Creo que la comparación efectivamente tiene mucho de realidad. El binominalismo que tenía España se parece a lo que teníamos en Chile y la irrupción del Frente Amplio es parecida a la de Podemos, pero si uno trata de forzar la comparación se podría equivocar, porque los fenómenos no son iguales, son parecidos y responden a situaciones que a lo mejor uno piensa que son fenómenos locales. Uno piensa por ejemplo que es la injusticia del sistema de pensiones chileno el que hace que surja 'No+AFP', pero yo creo que esto también habla de un descontento global.
Quizás lo parecido es que
en Chile y España hay una especie de reflejo, pero el hecho de que sean países con sistemas políticos distintos permite que uno pueda analizarlo de una manera distinta. ¿Porqué? hoy día sabemos que con la elección que ocurrió, Podemos y el Partido Socialista están mucho más 'obligados' a construir un acuerdo para poder ser Gobierno, en cambio en Chile eso no es necesario. El Frente Amplio podría seguir siendo una fuerza completamente alternativa a cualquier otra y el sistema presidencialista nos permite que en segunda vuelta el pueblo elija libremente a quién quiere que llegue a La Moneda y no hay camisa de fuerza. Entonces, no son iguales los fenómenos.
-.¿Se levantan las alertas entonces?
No hay que olvidar que durante todo este tiempo también hubo una campaña de desprestigio en contra de Pablo Iglesias, se cometieron errores, estuvo la salida de un dirigente importantísimo como es Íñigo Errejón. Podemos ha tenido una crisis interna también que yo creo que les ha pasado la cuenta y ahí es donde se levantan las alertas, para cuando muchas veces al interior del Frente Amplio también ha habido diferencias y tenemos que aprender a procesarlas mejor y más rápido, para que eso no nos quite la atención de los temas verdaderamente importantes para la gente".
-.En ese sentido ¿Qué lección saca el Frente Amplio tras el resultado electoral de Podemos?
Yo creo que muchas lecciones. Nunca uno puede pensar que el apoyo que obtuvo en un proceso electoral anterior se puede repetir porque sí. Yo he escuchado mucho a partidos políticos tradicionales en reuniones en privado y también en público y dicen 'no mira si nos juntamos y con los votos que tenemos podríamos...', los partidos políticos no tenemos los votos de la gente. En un momento determinado la gente nos entregó su confianza, pero esa confianza se puede perder. La mejor demostración es el Partido Popular en las elecciones del domingo, donde perdió más de la mitad de los parlamentarios que tenía.
Entonces, si no somos capaces de renovar nuestro compromiso, nos va a pasar la cuenta. Los votos no nos pertenecen y yo creo que en ese sentido el Frente Amplio no puede pensar que porque obtuvimos un 20% en la elección anterior, vamos a obtener un 20 o más en la próxima. Eso va a depender 100% del trabajo que hagamos y de que demostremos a la gente que somos una mejor alternativa. Yo creo que si hacemos bien la pega, podemos incluso crecer y esa es la apuesta en la cual tenemos que concentrarnos. Es seguir afianzando esa fuerza que todavía en Chile es incipiente, es esa rabia y ese descontento que la ciudadanía tiene con una clase política donde por ejemplo el Presidente se da el gusto de llevar a sus hijos a China. Nosotros tenemos que demostrar que si hubiese habido un gobierno de Beatriz Sánchez, ella jamás hubiese hecho algo así. Si la gente tiene esa convicción, va a confiar en nosotros".
-.Entonces ¿Qué puede hacer el Frente Amplio para evitar tener una disminución del mismo tipo en una futura elección? ¿Se analiza una unión con los otros partidos de oposición?
Yo creo que el acto de humildad más grande que tenemos que tener tanto en el Frente Amplio como en otros partidos de la oposición es tener la capacidad de discutir respecto de propuestas que solucionen aquellos temas que la gente ha dicho que son prioritarios: pensiones, salud, educación, seguridad ciudadana, empleo, crecimiento, etc. Cuando esos temas los discutamos en serio, quizás haya espacio para otro tipo de conversaciones, pero primero debemos tener esa conversación. Yo creo que bajo ningún punto de vista el Frente Amplio puede estar disponible a una negociación electoral con otros partidos si es que no ha existido antes un debate político y programático verdadero.
La mejor demostración es el fracaso de la Nueva Mayoría, que llegó con un liderazgo indiscutible con la
Presidenta Bachelet y a los pocos meses de haber ganado ya la DC había desconocido el programa de gobierno. Entonces no podemos nosotros correr el riesgo de fallarle a la gente estableciendo compromisos electorales a puerta cerrada entre cuatro paredes, que no tienen ningún contenido ni fondo. Si hubiera espacio bueno, conversemos las demás cosas pero yo creo que acá, al menos nosotros no estamos sometidos a ninguna camisa de fuerza,
no estamos obligados a hacer acuerdos electorales. La gente eligió al FA por lo que nosotros éramos y tenemos que seguir defendiendo eso, y si más partidos o sectores políticos tienen interés de conversar con nosotros y poder pensar en el futuro de un Chile distinto, más justo, alejándonos de este modelo neoliberal que tiene a nuestra población endeudada y deprimida, yo creo que tenemos que estar disponibles a esas conversaciones. Lo electoral es algo que tenemos que discutir más adelante".