SANTIAGO.- La baja participación estudiantil es un síntoma que ha estado presente en las elecciones universitarias del país en el último tiempo. Si bien el caso más notorio ocurrió esta semana en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), donde no se alcanzó el quórum del 40% requerido –por lo que asumirá una directiva interina–, el fenómeno se arrastra desde algunos años en distintas federaciones.
De hecho, en la elección de la FECh en el año 2016 se debió agregar un día de votación –de dos a tres–, para poder alcanzar el quórum, el que se terminó consiguiendo por estrecho margen. Mientras que en la Universidad de Concepción (FEC) este año votó apenas cerca del 10% de los alumnos, aunque en esa federación no se exige número mínimo para que la elección sea válida.
La diputada Karol Cariola (PC), presidenta de la FEC entre 2009 y 2010, afirma que la participación en las elecciones universitarias siempre ha sido un tema. "Ni en los mejores años de las federaciones estudiantiles tuvieron tanta convocatoria en sus procesos de participación", asegura.
Esto lo reafirma Camilo Ballesteros (PC), quien presidió la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach) y fue vocero de la Confech en pleno auge del movimiento estudiantil. "A nosotros nos faltaron 200 votos para tener el quórum", señala, por lo que su programa requirió ser aprobado por una asamblea para poder asumir.
"Y, sin embargo, a la larga, igual en la Usach hubo altos niveles de participación durante la movilización (de 2011), y a mí me tocó ser vocero de la Confech. Tuvimos que darle más duro para atraer a los estudiantes y alcanzar mayores niveles de participación", cuenta.
"Alivio" de la gratuidad podría haber influido
Respecto de que la baja participación sea más marcada en los últimos años, los ex dirigentes estudiantiles mencionan varios motivos. Diego Vela (RD), quien presidió la FEUC entre 2012 y 2013, ve como una de las razones que el movimiento estudiantil haya pasado "desde una demanda tradicional en una sociedad neoliberal, como la educación gratuita, hacia una demanda nueva, que tiene que ver con el feminismo, por lo que las organizaciones aún se están adaptando a las nuevas formas de hacer política".
"Las reformas de Bachelet aliviaron condiciones materiales de estudiantes y docentes –pero no afectaron el modelo educativo–, con la gratuidad y la Carrera Docente (...) reduciendo la capacidad de movilización en esos sectores"
Diego Vela, ex presidente FEUC 2012-2013
Cree además que "las reformas de Bachelet aliviaron condiciones materiales de estudiantes y docentes –pero no afectaron el modelo educativo–, en el caso de gratuidad y la Carrera Docente, logrando avanzar en las consignas, pero no el cambio de fondo, reduciendo la capacidad de movilización en esos sectores".
En este tema, Karol Cariola señala que "obviamente, cuando hay expectativas que se ven cumplidas también puede que haya un desincentivo (a participar)". Aunque cree que "el movimiento estudiantil es cíclico".
Ballesteros tiene una opinión similar: "Antes estaba la demanda concreta de la gratuidad, terminar con el lucro, y hoy día hay un porcentaje de estudiantes con gratuidad". De todas formas, cree que "las demandas siempre van a seguir existiendo" y que "son procesos cíclicos".
No es un fenómeno sólo de las federaciones, sino que nacional
Tanto Cariola como Ballesteros coinciden además en que la baja participación en las elecciones universitarias se relaciona directamente con la baja participación ciudadana que hay en el país.
"No es un fenómeno exclusivo de las federaciones, hay una participación nacional que ha ido en baja en las elecciones presidenciales, parlamentarias, municipales. Y creo que tiene que ver con el desencanto general que hay de las instituciones, no sólo oficiales, sino también de otro tipo de instituciones intermedias", señala Cariola.
Dice que esto "es muy lamentable y espero que se pueda revertir (...) De lo contrario, este fenómeno va a hacer que se debilite nuestra democracia".
"No es un tema que se vea sólo en las federaciones estudiantiles, se ve reflejado incluso en la elección presidencial. En general, Chile no es un país que se caracterice porque en las elecciones participe mucha gente", señala Ballesteros.
Para la diputada la forma de revertir este fenómeno es "generando mayor consciencia cívica a nivel nacional, de la importancia que tiene elegir a las autoridades". Mientras que Ballesteros cree que las federaciones deben ir "adaptándose" a los nuevos intereses de los alumnos. "Hay que ver cuáles son las fórmulas de acercarse (a los estudiantes). Hoy día yo creo que problemas como la sobrecarga académica –que en ese tiempo existía, pero no se hablaba– le hacen sentido a la mayoría de los estudiantes", señala.