SANTIAGO.- En medio de todos los cuestionamientos que lo envuelven, incluso por parte de pastores del propio mundo evangélico, el obispo
Eduardo Durán encabezó este domingo una reunión en la sede de Obispo Umaña, recinto al que llegaron algunos feligreses que continúan respaldándolo.
Pese a que su ingreso al centro religioso fue en silencio absoluto, en su salida se produjo una batahola en la que sus escoltas agredieron con empujones a la prensa que intentaba recoger alguna declaración.
Los guardias personales de Durán incluso lanzaron al suelo a un camarógrafo, mientras intentaban hacerle paso para que llegara rápido a su vehículo. Después del incidente, los escoltas del obispo encararon a algunos periodistas y fotógrafos.
Sin embargo, esta no es la primera vez que ocurre una situación similar, ya que durante el Tedeum Evangélico del año pasado, los guardaespaldas del pastor también agredieron a periodistas, incluso con golpes de puño.
Este nuevo hecho se produce justo un día después de que un grupo de casi cien pastores se reuniera en Chillán para resolver la remoción de Durán como presidente de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal, siendo escogido Daniel Balladares como su reemplazante.
No obstante, dicho cambio aún no está zanjado en su totalidad ya que desde el entorno de Durán aseguran que el encuentro celebrado ayer en la región del Ñuble fue "ilegal" y que la única capaz de sacarlo del cargo de la "junta de oficiales", compuesta por 28 representantes de la iglesia. Por ende, el control de Jotabeche seguiría en manos del obispo.