SANTIAGO.- "La situación
es bastante compleja, absolutamente inédita dentro de la instituciones. Esta situación de acusaciones y denuncias cruzadas entre fiscales, la verdad que es una situación compleja".
El fiscal nacional, Jorge Abbott, abordó así una vez más la pugna entre los persecutores de O'Higgins, el regional Emiliano Arias y el adjunto Sergio Moya, además de una de las últimas revelaciones respecto este último y la investigación contra los jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua.
La semana pasada, Moya presentó una constancia ante el Juzgado de Garantía de Rancagua en el que señalaba que, durante el allanamiento a su domicilio, además de sus pertenencias, la policía incautó el disco duro del magistrado Emilio Elgueta -formalizado por prevaricación y enriquecimiento ilícito- e información que corresponde a otros imputados en la causa.
Aquello causó molestia, especialmente por parte de la defensa del magistrado, por posibles irregularidades en el proceso. Ante el caso, Abbott habló y se refirió a la apertura de una eventual indagatoria contra Moya.
"No había ninguna evidencia (en lo incautado) que diga relación con la formalización del ministro Elgueta. Y el resto de la evidencia, por lo que me informó el fiscal metropolitano Sur, Héctor Barros, se está analizando si ella cumple con las exigencias de la cadena de custodia correspondientes a objeto de ver ver si es necesario abrir alguna investigación administrativa sobre el particular o si dichas cadenas de custodias se encuentran conforme la ley", precisó.
La máxima autoridad del ente persecutor se refirió además a las críticas que han surgido en cuanto su conducción, señalando que "cualquier persona puede solicitarle a las autoridades que renuncien, pero esto es una situación que estamos enfrentando, estimamos, de forma adecuada".
"La situación es compleja, por cierto, pero no veo razón alguna por la cual el superior de la institución deba renunciar a la misma", concluyó.
