SANTIAGO.- Lo vienen diciendo desde, al menos, octubre del año pasado. El reclamo de un grupo de locatarios del centro comercial Lo Castillo llegó en esa fecha a El Mercurio, a través de una carta con un título drástico: "Vitacura en riesgo". Denunciaban que la zona estaba convirtiéndose en un barrio rojo por la presencia de clubes nocturnos, pero hoy aseguran que la situación ha empeorado: que las dinámicas en el sector se parecen mucho a las de la mafia que han visto en películas.
Eso fue lo que pensó Elena Tagle (73), dueña de una tienda de antigüedades en el recinto, cuando salió a recoger el diario la mañana del 1 de mayo. Dentro de una bolsa verde, colgando en la reja, se encontró con la ensagrentada cabeza de un cerdo. Aunque no venía con ninguna nota que identificara al remitente, Tagle lo asoció a esa pugna, en gran parte porque ya había recibido varias amenazas.
Una de ellas fue un cartel, pegado fuera de su local: "¿Hasta cuándo esta señora, llegada hace muy poco a nuestro centro comercial, seguirá haciéndonos daño al 99% de nosotros con sus permanentes y constantes mentiras? Basta ya, señora Tagle. Háganos un favor y váyase. Nadie la quiere". El mensaje estaba firmado por "grupo mayoritario de locatarios".
En otra oportunidad, el cartel individualizaba a parte de las siete personas que firmaron la carta. "Dejen de mentir y perjudicar al centro comercial y a la comuna, cuatro locatarios perjudican a 200. Basta ya", decía. El texto iba acompañado por la foto de un hombre, con una cruz encima.
En la imagen, sonreía el concejal UDI Cristián Araya, uno de los que más se han opuesto al funcionamiento de los clubes. "Yo he pedido fiscalización, investigaciones por parte de la PDI y voté en contra de la renovación de las patentes actuales de estos locales nocturnos", asegura a Emol. "Yo creo que una comuna familiar como Vitacura es incompatible con la presencia de estos locales".
"Hay una decisión política del municipio"
La carta era escueta: "Informamos y lamentamos que el centro comercial Lo Castillo, ubicado en el corazón del barrio Vitacura, esté convertido en barrio rojo, bajo la complacencia de la alcaldía y concejales. Habrá que tenerlo en cuenta para las próximas elecciones".
El reclamo de los vecinos, según el concejal Araya, es que los clubes nocturnos "echan a perder el barrio". "Generan un flujo de gente en torno a este tipo de locales que sin lugar a dudas afecta la tranquilidad, porque se acercan otro tipo de negocios y se empiezan a armar mafias alrededor", explica el también miembro de Acción Republicana.
"Generan un flujo de gente en torno a este tipo de locales que sin lugar a dudas afecta la tranquilidad, porque se acercan otro tipo de negocios y se empiezan a armar mafias"
Cristián Araya
El edil muestra dos videos: en el primero, se ve a un hombre de polera blanca que sale hasta un estacionamiento, levanta un arma y realiza tres disparos al aire. En el otro, desde una cámara de seguridad fechada en 2017, se ve a una mujer de vestido corto y zapatos de taco caer violentamente al piso, tras ser empujada por un hombre.
Son escenas que, asegura, se dieron en esos espacios. Los vecinos acusan prostitución, tráfico de drogas y violencia. Reclaman que el personal municipal es más duro con los vendedores ambulantes o quienes comercian verduras en la calle, que con las dinámicas que se generan en torno a estos clubes.
"En Las Condes estos lugares no tienen espacio, pero de forma inentendible en Vitacura sí lo tienen. Aquí hay una decisión política del municipio: o proyecta una comuna familiar y residencial, o una donde hay espacio para cinco night clubs", dice. "Si es el mejor lugar para vivir, como dice el lema, el ideal es que claramente lo sea para las familias".
Pero dentro del Concejo Municipal las opiniones son divididas: mientras hay quienes se oponen tajantemente a la existencia de estos clubes, también existe la opinión de que los negocios están "en norma" y no están infringiendo ninguna ley. El municipio, en tanto, no se ha pronunciado con respecto a la situación.
