SANTIAGO.- Hasta el año pasado, ningún conscripto del Ejército había dejado las filas por aspectos psicológicos. El asesinato de dos suboficiales y posterior suicidio de un joven de 18 años que estaba realizando el servicio militar en marzo de este año, encendió las alarmas y hoy la institución comunicó los resultados una medida adoptada.
"La resolución del comandante en jefe del Ejército (...) se genera después de la situación ocurrida en Iquique (...) El propósito es cautelar la integridad de su personal y muy especialmente la de sus soldados conscriptos, que son camaradas de armas", aseguró este viernes el comandante de Operaciones Terrestres, general de División Rafael Fuenzalida.
Así, y desde el 9 de abril de este año, se comenzó a aplicar el examen psicológico -que previamente se realizaba solo a los miembros de la planta institucional- a los conscriptos de la institución y a aquellos que decidieron extender su servicio por un año más. Los resultados tendrán una vigencia de seis meses.
De los 9.219 jóvenes evaluados, informó, 6.218 (67%) fueron catalogados como recomendables; 1.464 (16%) recomendables con observaciones; y 1.547 (17%) no recomendables.
Aquello significa que los primeros podrán continuar con sus funciones -asociadas, entre otras cosas, al uso de armas-; los segundos también pero bajo la constante supervisión de sus superiores; mientras que los terceros serán licenciados del servicio, quedando con su situación militar al día y pudiendo postular a futuro a las escuelas matrices. Para ello tendrán que volver el próximo año, repitiendo todos los exámenes necesarios.
"Después del examen podemos estimar que este instrumento de evaluación ha sido validado a través del tiempo, 10 años aproximadamente, como examen que se aplicaba en las escuelas matrices ya que en la actualidad es el mismo que se toma", añadió el general.
Y continuó: "La experiencia nos indica que minimiza los riesgos asociados, no obstante no asegura la no existencia de casos particulares".
6.218conscriptos fueron clasificados como "recomendables".
Anteriormente, explicaron desde la institución, se aplicaba un cuestionario psicológico de 100 preguntas luego de un mes de funciones. Aquella metodología no había sido cuestionada hasta marzo de este año.
Hoy, en tanto, los test clínicos y de personalidad son "más exhaustivos y rigurosos", y "permiten tener un enfoque integral de la personalidad del individuo, descartando rasgos asociados a trastornos gruesos de personalidad que afectan a la persona y el entrono en que se desenvuelve en la institución".
Fuenzalida recalcó además que la medida no busca estigmatizar a los soldados, ya que está enfocado en detectar rasgos de personalidad de carácter temporal y que a futuro pueden no presentarse.
