SANTIAGO.- En esta época del año, con la llegada del frío y las lluvias, la intoxicación o envenenamiento por monóxido de carbono (CO) se hace más común por la poca ventilación de los hogares y el uso de estufas que pueden estar en mal estado.
A raíz de la trágica muerte de seis extranjeros producto de una presunta emanación de este gas en un departamento en Santiago Centro se puso en la palestra cómo se puede prevenir la intoxicación de monóxido de carbono y cuáles son los síntomas de este.
La Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) informó a través de su cuenta de Twitter que el monóxido de carbono "es un gas venenoso, imperceptible, invisible, inodoro y silencioso que se produce por la combustión" incompleta del carbono presente en materiales como leña, gas, alcohol y bencina.
Consecuencias del monóxido de carbono
Este gas "provoca intoxicación y puede llegar a ser mortal" para las personas que entran en contacto con él, indicó el organismo estatal y se puede producir cuando "está encendida una estufa que genera llama, cuando está encendido un calefón o cuando funciona una cocina a gas".
También el tóxico estaría presente en el humo expulsado por los automóviles y camiones, estufas y sistemas de calefacción central.
Según indicó la doctora María Valeria El Haj al diario La Nación de Argentina, "la inhalación de monóxido de carbono reemplaza el oxígeno en el torrente sanguíneo, lo que conlleva al sufrimiento de distintos órganos como el corazón y el cerebro, y si bien todos estamos expuestos, quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares y los fumadores".
Prevención y síntomas
La SEC detalló que estas intoxicaciones se pueden evitar "ventilando los lugares donde están las fuentes de monóxido de carbono –es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados, incluso cuando hace frío– y realizando mantención a los artefactos".
Por su parte, la especialista sostuvo que las medidas preventivas que se pueden tomar para evitar una de estas intoxicaciones pueden ser:
"Observar que la llama de gas sea siempre de color azul, la amarilla o anaranjada es signo de mala combustión y generación de monóxido. En caso de utilizar brasero o estufa a parafina, apagarlos afuera de la casa antes de irse a dormir y no dormir nunca con estos artefactos encendidos", señaló.
Además no se debe instalar el "calefón en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados. Y se deben controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa".
Los síntomas más comunes de esta intoxicación –según la experta– son las náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, cansancio, decaimiento y/o pérdida del conocimiento, y en altas concentraciones puede causar incluso la muerte.