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Capellana de cárcel de San Joaquín y celdas VIP: "Es pura corrupción y ahí no tienen la culpa los presos"

Nelly León también se refirió a las palabras del nuevo obispo auxiliar de Santiago, asegurando que "este nombramiento es un flaco favor para la Iglesia".

27 de Mayo de 2019 | 11:17 | Por Equipo de Actualidad, Emol
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El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Nelly León, capellana del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín y fundadora de Mujer Levántate, se refirió esta mañana a la polémica desatada por las celdas VIP en Gendarmería.

En entrevista con Radio Universo, comentó que "hay mujeres que se pasan de listas (…) y compran espacios un poco más grandes", agregando que eso "es pura corrupción y ahí no tienen la culpa los presos, ni los de Colina ni los de la Peni, ni las mujeres de la cárcel. Ahí hay otra gente que está metida y permite que estas cosas sucedan".

León también señaló que en todos los años que lleva trabajando nunca ha visto a gente ABC1 en las cárceles, reiterando su mirada de que "a la cárcel sólo van los pobres" y que estos recintos no hacen más que "replicar la segregación del país".

Sobre la polémica frase del nuevo obispo auxiliar de Santiago, Carlos Irarrázaval, quien dijo que en la última cena "no había ninguna mujer sentada en la mesa", León señaló que "me parece terrible que él tenga una aseveración así, que no tiene ningún fundamento teológico ni del tiempo sociológico".

"Creo que la Biblia se escribió en el año '60 después de Cristo, toda la tradición era oral, nadie sacó fotos ni estuvo grabando en la época de Jesús, por lo tanto es imposible pensar que, si en otros evangelios Jesús está permanentemente rodeado con mujeres, su madre y sus amigas no iban a estar en su última cena. Es imposible pensarlo", añadió.

A su juicio, se trata de una "apreciación bastante poco feliz que nos sigue hablando de una Iglesia que avanza, sino que se estanca". Además señaló que cree que esta designación no es responsabilidad del Papa pues nombra según las recomendaciones que recibe. "Este nombramiento es un flaco favor para la Iglesia. (…) Yo ni siquiera espero algo de los obispos, no espero nada de ellos. Espero sí que algún día bajen de sus estrados y se pongan en el mismo nivel de todos nosotros", concluyó.
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