SANTIAGO.- Después de horas de incertidumbre sobre el resultado de las elecciones realizadas este domingo, el Tribunal Supremo del PS informó ayer, con el 75% de los votos escrutados, que la lista liderada por el actual presidente, Álvaro Elizalde, se impuso con un 66,6% de los sufragios, superando a la encabezada por Maya Fernández, la cual logró un 33,4%.
Con ello, el actual senador por el Maule quedó con la primera opción de ser reelecto como timonel por parte del Comité Central de la colectividad, pese a que su contendora hasta ahora mantiene la primera mayoría personal por una diferencia de 124 votos, hecho que será utilizado por su lista ante esa instancia para que se convierta en la nueva líder socialista.
En ese contexto, el grupo de Elizalde seguirá al mando del PS y una de sus primeras tareas será recomponer el clima interno, tras la división que generó los comicios. No obstante, de acuerdo a los analistas, sus desafíos a mediano y largo plazo serán
definir la identidad y la estrategia electoral de la tienda con miras a 2020 y 2021.
Al respecto, la cientista política y directora de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, señaló que "el trasfondo de la gran disputa que hubo es cómo se construye oposición, cuál es el rol del PS dentro de una coalición de oposición y el cómo se construye un proyecto y una identidad que le pueda ser propia".
"El desafío más fuerte ahora y esto es muy decidor, a propósito del éxito del PSOE de España en el último tiempo con todas las crisis que enfrentó, es la construcción de identidad. Así como el PPD está enfrentando su propia discusión sobre la identidad, sobre qué es, el PS tiene la misma misión y necesidad", dijo a Emol.
En ese sentido, De la Fuente sostuvo que "la unidad me parece que es fundamental, pero la unidad en torno a contenidos, a una declaración de principios, a la identidad. A partir de estos comicios es necesario sentarse a conversar sobre el futuro, sobre la identidad".
En cuanto al rumbo que tomará la nueva directiva respecto al resto de la oposición, la analista explicó que "de alguna manera, en los últimos meses esta discusión sobre la política de alianzas que se sigue o cuál es el rol de la oposición estuvo cruzada por las elecciones internas del PS. Ya pasado eso, ahora el desafío es construir identidad".
66,6%Obtuvo la lista de Elizalde, versus un 33,4% de la liderada por Fernández
En esa línea, descartó que las tensiones internas afecten la búsqueda de unidad con el resto de la centroizquierda. "No lo creo, creo que además para tener una unidad de una eventual coalición, lo primero es tener claridad respecto a qué es lo que se es y qué es lo que se representa".
"Primero hay que definir cuál es la identidad propia, que yo creo debiera ser una socialdemocrata moderada, que represente a aquellos sectores que están un poco huérfanos en el espectro político y que represente una alternativa de gobierno, pero con mirada de garantizar derechos sociales", enfatizó.
Consultada sobre si eso no significa reeditar a la Concertación, indicó que "no, yo creo que los tiempos han cambiado y hay que asumir que eso no hace posible reeditar ningún modelo, por más exitoso que haya sido. Hay que buscar uno diferente (…) el diálogo tiene que ser con todos, pero sabiendo desde dónde se habla y qué se es".
Otro desafío para Elizalde a su juicio será tomar en cuenta la señal que significó el apoyo obtenido por Fernández. "Una mirada que vale la pena interpretar es lo que representaba la otra lista, que logró parar a una figura interesante como Maya. El desafío para la mesa es poder leer adecuadamente el mensaje que hay detrás de eso".
El poder de la nueva mesa
A juicio del cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, el escenario que se abre ahora para el PS es que la nueva directiva que "va a tener que definir a los candidatos y la política de alianzas para el rally electoral 2020 y 2021, entonces hay conciencia de que va a ser una directiva extraordinariamente poderosa".
"En consecuencia, el desafío que se va a presentar es que la distribución de esos candidatos va a ser dominado por parte de la directiva ganadora o se va a proceder a una dinámica de negociación entre las facciones, con el fin de que estén representadas de manera similar a como lo estuvieron en esta elección interna", dijo.
Según Morales, en ese proceso "no sería extraño que se gatillara un proceso de competencia interna, expresado en primarias internas del PS, lo que implicaría un desgaste interno significativo y, al mismo tiempo, un proceso de fraccionamiento que
podría concluir con un proceso de competencia interna fratricida".
En cuanto a la política de alianzas que debiera abordar la nueva mesa, el experto recordó que "parte del socialismo ha señalado que un pacto con la DC no sería razonable, toda vez que la DC habría emprendido una especie de camino propio, mientras que otra parte del socialismo insiste en que el pacto es con la DC para volver a construir el eje que le dio estabilidad a Chile desde el 90 hacia adelante y que consistía en una alianza formal entre el centro y la izquierda".
"Los que defienden esa posición no es que añoren la Concertación, pero si tienen claridad de que la gran mayoría de los electores son de centro o moderados. Por lo tanto, dado que la DC ha asumido posturas moderadas y dado que el PC y el FA se han ido polarizando, el partido que actúa como 'centro' de este gran arco que es la centroizquierda es el PS", recalcó.
En esa línea, sostuvo que "como todo partido de centro, está tensionado entre dos fuerzas, que es la izquierda y el centro. En esa dinámica de tira y afloja, es en que el partido se va a mover de aquí a los dos años que vienen y por eso la decisión estratégica de quienes dirigen al partido va a ser tan relevante para explicar su futuro éxito electoral".