Desde el municipio apuntan a la termoeléctrica de Bocamina como la responsable de estos casos.
El Mercurio (archivo)
El Ministerio de Salud publicó este jueves los resultados del estudio que realizó a 807 niños de entre 1 y 4 años de la comuna de Coronel, de los cuales diez registraron altos niveles de metales pesados en la sangre.
El análisis tenía como objetivo determinar eventuales casos de contaminación o intoxicación en la zona, dados los reclamos de vecinos por el polémico vertedero de cenizas de Enel que está ubicado en las inmediaciones de la ciudad.
De hecho, dicho depósito de residuos ya había sido clausurado en abril de este año por parte del municipio, pero semanas después la Corte de Apelaciones de Concepción revirtió la decisión y ordenó su reapertura.
Sin embargo, el alcalde de Coronel, Boris Chamorro, considera que este estudio demuestra la importancia de cerrar definitivamente la empresa, que recibe las cenizas provenientes de la central termoeléctrica Bocamina.
"Este resultado viene a entregar un argumento más por el cual hay que cerrar el vertedero de cenizas emplazado en el casco urbano de nuestra ciudad. Este antecedente, estos resultados de estos exámenes, vienen a acentuar la necesidad de adelantar el cierre programado de Bocamina I", dijo el jefe comunal, según consigna Cooperativa.
Asimismo, la autoridad subrayó que "estos niños, de aquí a que se cierre Bocamina I van a tener cerca de 10 años, de aquí a que se cierre Bocamina II van a tener 25 años. ¿Hasta cuándo tenemos que seguir esperando ser la batería energética de Chile a costa de la salud de nuestros habitantes?".
De acuerdo al informe, entre los metales encontrados en la sangre de los menores hay arsénico (9 casos) y níquel (1 caso), aunque no se pudo determinar la fuente de origen de estos elementos.
