SANTIAGO.- Desde hace meses las especulaciones sobre un posible cambio de gabinete venían rondando en el oficialismo, rumores que en las últimas semanas se acrecentaron hasta que ayer se concretó finalmente el esperado ajuste ministerial.
Cambio que significó la salida de cuatro secretarios de Estado como son Roberto Ampuero, José Ramón Valente, Emilio Santelices y Susana Jiménez, quienes serán reemplazados por Teodoro Ribera (Cancillería), Juan Andrés Fontaine (Economía), Jaime Mañalich (Salud), Juan Carlos Jobet (Energía), Sebastián Sichel ( Desarrollo Social) y Alfredo Moreno (Obras Públicas).
Aunque la mayor sorpresa estuvo en el comité político de ministros que se mantuvo intacto con sus principales cartas como son Andrés Chadwick en Interior, Cecilia Pérez en la Segegob, Gonzalo Blumel en la Segpres y Felipe Larraín en Hacienda.
Según aseguran altas fuentes del Ejecutivo, nunca se pensó en cambiar el comité político, al contrario de las modificaciones hechas a su equipo, Piñera optó por cartas con experiencia previa y por hacer cambios en el área económica para acelerar la marcha del país y los que finalmente repercuten también en el ámbito social.
En el diagnóstico dicen, no influyeron las encuestas, aunque ayer también se entregó la última CEP que no fue nada favorable para La Moneda. Al mismo tiempo que subrayan que están conscientes de que los segundos años de gobierno siempre son difíciles para cualquier administración.
Pero en la oposición tildaron de "menor" y "poco profundo" el cambio de gabinete, por ejemplo, el presidente de la DC Fuad Chahín, criticó que "no hay ningún cambio en el comité político y evidentemente que hay un problema en la conducción y la apreciación política del Gobierno".
"Es un cambio menor para la magnitud de la desconexión que existe entre el Gobierno con la ciudadanía y también para lo difícil que ha sido para este Gobierno establecer conversación con los distintos sectores políticos debido a los desafiantes y muchas veces controvertidos que han sido las gestiones de carteras importantes en el Gobierno", complementó el diputado de RD Giorgio Jackson en Radio Cooperativa.
Reuniones a primera hora
Ya el miércoles por la noche había claridad de que el ajuste era inminente y que el jueves era el día elegido para aquello, idea que tomó fuerza luego de que se suspendiera una actividad que el Presidente Sebastián Piñera tendría a las 10:30 horas en Maipú y donde junto al ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, entregaría más de 7.000 subsidios de mejoramiento de viviendas.
A la vez que se conocía que el ministro Moreno tuvo que suspender el viaje que tenía programado el miércoles a Estados Unidos, con el fin de asistir a la graduación de uno de sus hijos.
Pese a esto, varios ministros aparecían con actividades en diferentes horarios del jueves, incluso cerca de aquellas horas que se barajaban para hacer el ajuste (entre las 11:00 y 12:00 horas). Pautas que figuraban además en el boletín enviado por la Secom a las distintas reparticiones a eso de las 06:45 horas de la mañana.
La primera señal que se dio en Palacio fue la reunión que tuvo el Mandatario a eso de las 08:30 horas con algunos de los ministros de su comité político y el jefe de asesores del segundo piso, Cristián Larroulet, encuentro que sirvió para sellar finalmente los ajustes en las carteras.
Mientras tanto, en La Moneda crecía la expectación de los medios, pues pese a la intensa lluvia y el frío que había a esa hora, camarógrafos, fotógrafos y periodistas esperaban en los patios de Los Naranjos y de Los Cañones cualquier movimiento que confirmara lo que casi era un secreto a voces.
Fue cerca de las 09:30 horas que desde el Ejecutivo ponían fin a la espera y transmitían que el cambio se concretaría entre las 12:30 y 13:00 horas del jueves. Esto mientras se comenzaba a contactar a los distintos Secretarios de Estado para que se trasladaran hasta el Palacio a la ceremonia que encabezaría Piñera.
Cerca de las 11:15 horas, el Mandatario se comunicó personalmente con los ministros que dejaron el gabinete. Mientras que un poco más tarde se hizo lo propio con aquellos que se sumarían al equipo, aunque algunos como Mañalich supieron un poco antes.
Rumores e incertidumbre
Paralelamente, desde el Gobierno contactaron a los partidos de Chile Vamos, a cuyos dirigentes se les convocó a una reunión a las 12:10 horas en La Moneda, para abordar allí los ajustes ministeriales. A la cita asistieron mayoritariamente secretarios generales, dado que la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, estaba en Concepción y los líderes de Evópoli, Hernán Larraín Matte y del PRI Demócrata, Hugo Ortiz de Filippi, se encontraban en Valdivia. Esto a diferencia del timonel de RN, Mario Desbordes, quien sí pudo llegar hasta el palacio y participar del acto.
Mientras tanto los rumores de los nombres que llegarían al gabinete se acrecentaban, algunas versiones apuntaban a la llegada del ex contralor Ramiro Mendoza a Justicia, Hernán Larraín a Cancillería, Klaus Schmidt-Hebbel a Economía, Hernán Cheyre a Energía y María Teresa Valenzuela a Salud, aunque ninguno de ellos prosperó. Incluso existieron versiones que daban cuenta de cambios en comité político con el paso de Pérez a Desarrollo Social, Blumel a la Segegob y la llegada a Segpres de Cristián Monckeberg.
Y si bien a los presidentes de los partidos ya se les había avisado, varios eran los parlamentarios de sus colectividades que aseguraban tener más dudas que certezas sobre cuáles serían los cambios finales. Esto pues algunos decían que habían dos opciones o hacer un ajuste menor y sectorial o bien una cirugía mayor que tocara al comité político. Finalmente, Piñera se inclinó por la primera opción, ya que lo segundo nunca estuvo mente, recalcan en La Moneda.
La ceremonia
Ya al filo del plazo fatal se abrieron las puertas del Salón Montt Varas para el ingreso de la prensa, las primeras autoridades en llegar hasta allí fueron los subsecretarios a quienes se les veía bastante animados, incluso se dieron el tiempo de tomarse selfies grupales a la espera de la ceremonia que inició el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
Apostados sobre una tarima estaban los actuales y los salientes ministros, mientras que de las nuevas incorporaciones sólo llegó al salón Mañalich, ya que Jobet, Ribera y Sichel, estaban de viaje, al igual que Fontaine. De esta forma, los únicos en firmar los decretos de su nombramientos fueron el titular de Salud y Moreno, allí presentes.
Al finalizar la ceremonia, se dio un breve momento para las despedidas entre los que se iban y quienes se quedaban, pero también se vio al Presidente hablar con Ampuero, Valente y Santelices, antes de dejar el Salón Montt Varas. Claramente afectada se mostró la ahora ex ministra Jiménez, quien fue una de las últimas en salir.
Afuera y antes de dejar el Palacio, el ex canciller y el ex ministro de Salud, decidieron hablar con los medios, donde el primero aseguró que regresaría a los libros y el segundo evitó la autocrítica. En cambio Valente se fue sin emitir declaraciones.
No todos quedaron conformes
En La Moneda dicen que el Presidente no vio el cambio de gabinete junto a los partidos, algo que algunas colectividades como la UDI claramente resintieron acusando una "falta de equilibrio" en el ajuste ministerial.
"Una perspectiva política a mí no deja de sorprenderme el desequilibrio que se produce particularmente con un partido como el nuestro, que ha sido especialmente leal con este Gobierno", apuntó el senador gremialista Juan Antonio Coloma.
Sus palabras dejaron al descubierto la clara molestia que hay en la UDI con las modificaciones y donde perdieron a un cercano al partido como Valente, sumado a que RN ganó Cancillería con Ribera, quien milita en su partido, a la vez que Mañalich se reconoce como cercano a la tienda de Antonio Varas.
Al contrario, en RN sacan cuentas alegres sobre todo luego de que varios de sus dirigentes evidenciaran su malestar ante el Gobierno por la representación que el gremialismo tenía por sobre ellos, reclamos que dieron frutos.
"Los cambios eran necesarios en opinión del Presidente, por lo que nos cuadramos absolutamente con eso. Nosotros como partido hemos dicho desde el minuto uno que íbamos a apoyar los cambios que decidiera el Presidente Piñera y obviamente mantenemos absolutamente lo dicho", acotó Mario Desbordes.
Desde Evópoli, en cambio, también reconocen que la balanza se inclinó hacia RN, aunque ven con buenos ojos la llegada de Jobet que es cercano a ellos y uno de los fundadores de Horizontal, centro de pensamiento ligado a la tienda. A la vez que ven con buenos ojos a Sichel, con quien también tienen una"amistad".
"Creemos que con este reforzamiento el gabinete va a tener todas las condiciones y capacidades para cumplir con los desafíos que tiene la siguiente etapa, la Cuenta Pública fue muy sólida para fijar la hoja de ruta y con este nuevo gabinete estamos seguros que se van a alcanzar los objetivos", complementó Larraín Matte.
Desde el PRI valoraron la salida de Santelices sobre cuya gestión tenían críticas. Así, su presidente De Filippi apuntó que “Mañalich va a significar un reforzamiento en salud, que es tremendamente necesario y Ribera es un tipo brillante y pienso que será un tremendo aporte”.
El lunes, en tanto, se realizará una ceremonia en La Moneda para que los ministros que no juraron ayer puedan hacerlo. Y si bien este cambio de gabinete da un respiro al Gobierno y al oficialismo, no significa que sean las únicas modificaciones que pueda hacer Piñera, ya que reconocen en el Ejecutivo que otras autoridades como los subsecretarios también están en evaluación.