SANTIAGO.- La idea surgió de sus conversaciones con los vecinos. El alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI), aseguró que fue a los propios jóvenes de la comuna a quienes les preguntó si les era fácil comprar alcohol en las botillerías y minimarkets. "Alcalde, me dijeron, es botado de fácil", contó Lavín en Emol TV.
Por eso fue que surgió la idea de instaurar un grupo de "clientes incógnitos" que sean menores de edad y que traten de comprar alcohol en los lugares establecidos, para descubrir "in fraganti" a aquellos lugares infractores.
La iniciativa recibió críticas de la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, quien aseguró que los jóvenes exponen "su integridad física y psíquica" al fiscalizar la venta, y sugirió que la brigada se componga de mayores de edad con aspecto más infantil, algo a lo que el alcalde respondió este lunes.
"Si le venden alcohol a un mayor de 18 años, no hay delito. Yo necesito pruebas de que le vendieron a un menor", explicó Lavín. Por eso, tras reunirse con la subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, y el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, llegaron a la conclusión de que "efectivamente hay un tema con el trabajo infantil", lo que buscan "facilitar y evitar" con que el trabajo sea voluntario y no remunerado.
Pero adicionalmente, el jefe comunal anunció que barajan otra alternativa. "Queremos hacerlo bien, legalmente, no exponer a nadie, pero al mismo tiempo demostrar que la ley no se está cumpliendo bien", aseguró el alcalde. "Una fórmula que podría ser es que se haga una ordenanza municipal en Las Condes".
Según explicó, la ley actualmente prohíbe vender alcohol a menores de edad, pero no especifica un método de control. "(La idea es que) la ordenanza establezca que haya una obligación de pedir el carnet. Si hay una ordenanza, podría mandar a jóvenes mayores de 18 años, porque la infracción sería que no le pidieran el carnet", explicó.
Revisa la entrevista completa en Emol TV.
