El empresario en en Palacio de Tribunales.
Aton
SANTIAGO.- Acompañado de su familia, su abogada y en silencio. Así llegó esta tarde el empresario Carlos Cardoen para prestar declaración en la causa que enfrenta por presunta exportación ilegal de circonio, mineral estratégico utilizado en la fabricación de bombas de racimo, vendidas al Irak que gobernaba Sadam Husein.
Fue en mayo de 1993, cuando el Departamento de Comercio y el Servicio de Aduanas del gobierno de Estados Unidos presentó la denuncia en su contra.
"Nosotros hemos venido sosteniendo desde el día 1 que aquí no hubo una comisión de delito, que esto es una persecución hacia Carlos Cardoen", dijo su abogada
Joanna Heskia, quien agregó que "hoy empieza lo que nosotros hemos esperado".
"Para poder demostrar esto nosotros tenemos un cúmulo de antecedentes probatorios que hoy comienza a ser posible de entregar a un tribunal de la república", añadió.
En la audiencia Cardoen además será notificado de la solicitud de extradición por ocho cargos -asociados a tres delitos- en el caso caratulado "Estados Unidos de América contra Carlos Cardoen y otros".
En total, los cargos en cuestión suman 35 años de presidio y multas que bordean los US$ 600 mil -casi $418.740.000-.
"Nosotros evidentemente esperamos que se rechace la extradición, pero no solamente por temas formales que creemos que así debe ser, los delitos están todos prescritos, sino también tenemos la esperanza de ser escuchados en un tribunal de la república en el fondo del asunto, porque aquí Carlos no ha cometido delito alguno", aseguró Heskia.