SANTIAGO.- El 27 de junio de 2009 fue un día especial para el entonces senador Carlos Ominami Pascual. Esa jornada, en Quillota, anunciaría en un almuerzo ante cientos de seguidores su decisión de renunciar al PS después de 25 años de militancia, periodo en el cual se transformó en una figura clave de la historia reciente del partido.
La determinación, la cual comunicó en los días previos a la Presidenta Michelle Bachelet y a su principal soporte político, Ricardo Lagos, tenía dos motivos: El primero, apoyar la candidatura presidencial de su hijo, Marco Enríquez-Ominami, y el segundo, su rechazo hacia el rumbo que había adoptado la colectividad liderada en esos días por Camilo Escalona.
Así, dejó atrás un largo recorrido, en el que fue
considerado como uno de los "barones" del PS, como se reconoce a los líderes históricos del socialismo. Fue uno de los fundadores de la Concertacion, ministro de Economía y una vez en el parlamento, se identificó con los "autoflagelantes" al interior de la coalición de centroizquierda.
A una década desde ese hito, el ex legislador conversó con Emol sobre el periodo que ha vivido como independiente y la mirada que tiene sobre la actual crisis del partido, la cual a su juicio tiene su origen en varios vicios y problemas que él detectó hace diez años y que fueron uno de los motivos que precipitaron su salida.
—¿Después de todo este tiempo, qué balance hace sobre su renuncia y cómo observa el panorama actual del PS?
—"A mi me da mucha pena lo que está pasando en el PS, es una situación bien delicada, porque esto ya había sido advertido, el tema de la inflación de los padrones, la existencia de militantes que son puramente formales y que se utilizan para los efectos de un acarreo electoral que termina distorsionando los resultados de las elecciones. Es un asunto frente al cual desgraciadamente no se actuó a tiempo".
—¿Existen elementos que usted haya advertido en 2009 y que se estén repitiendo en la crisis actual del partido?
—"Yo renuncié por un conjunto de circunstancias, estaba el hecho de la opción presidencial que en ese momento se planteó y que a mí me pareció que no era justo que yo me mantuviera en el PS en consecuencia de que iba a apoyar a una opción distinta a la que el PS estaba apoyando en ese momento, que era la de Eduardo Frei".
"Ahora, yo en ese momento advertí públicamente sobre situaciones que eran bien delicadas, manejos al borde de la legalidad en las definiciones de candidaturas. Yo tuve un episodio bien delicado con el reemplazo del diputado Juan Bustos, que desgraciadamente falleció en el ejercicio del cargo. Ahí yo había advertido la existencia de prácticas delictuales que desgraciadamente eran amparadas dentro del PS".
—¿Es decir, a su juicio, en diez años no hubo cambios al respecto?
— "Tengo la sensación de que efectivamente en el PS las prácticas se fueron relajando, que se ampararon conductas que no eran aceptables. Ahora, me parece que de ahí a que se sostenga que el PS ha sido capturado por el narcotráfico es también un exceso completo, no creo en eso, pero si creo que ha habido mucha impunidad para un conjunto de prácticas que no son aceptables y eso el PS lo está pagando de una manera extremadamente cara".
—¿Por qué después de la derrota de ME-O no volvió al PS, para intentar hacer cambios desde dentro?
—"Varias personas me dijeron muchas veces que volviera al PS, pero siempre advertí que habían cuestiones con las cuales yo iba a tener relaciones muy difíciles y que justamente son este tipo de prácticas. Senti que desgraciadamente no se corregían algunas de estas prácticas que desgraciadamente se mantienen".
—¿Cuáles son esas prácticas?
—"Tienen que ver con la distorsión del padrón electoral, con el clientelismo, que desgraciadamente no solo es propio de San Ramón, también hay otras comunas con menos peso en el padrón, pero en donde también el manejo clientelar y caudillista de bolsones de votos alteraban completamente la soberanía al interior del PS. Eso siempre para mí fue un problema".
"Además, fue un partido que cada vez fue alejándose más del plano de las ideas y formándose una especie de máquina electoral y administradora de poder. Entonces, no sentí que fueran suficientes los incentivos como para poder volver a la militancia activa".
Los desafíos de la izquierda y ME-O
—¿Dónde está el hogar político de Carlos Ominami hoy si no es en el PS?
—"Para mí siempre ha seguido siendo un dolor el no tener una filiación partidaria, porque creo mucho en que las cosas importantes las hacen las fuerzas políticas y no simplemente las personas. Lo he dicho en otras ocasiones, a mí no me gusta la condición de independiente y en eso tengo nostalgia de mis décadas de militante".
—Pero hoy mantiene esa condición. Desde ese punto de vista, ¿cómo observa la actual posición de la centroizquierda?
—"Sin partido me he mantenido activo en la política, estoy tratando permanentemente de ser parte del esfuerzo de recomposición de la izquierda, pero advierto que la situación es bien delicada y que las fuerzas de centro y de izquierda fuimos perdiendo nuestra capacidad de transformar la realidad y quedamos expuestos en una condición en donde no somos percibidos por la ciudadanía como opción".
"Yo sigo pensando y a mí lo que me gustaría es poder ser parte de un esfuerzo que permita la recomposición de una izquierda democrática fuerte en Chile y eso pasa necesariamente por una convergencia entre lo mejor de la izquierda histórica y lo mejor de la nueva izquierda”.
—Cuando menciona la nueva izquierda, ¿se refiere al Frente Amplio, no?
—“Claro. Para lograr eso, los primeros tienen que asumir que hay una nueva izquierda que llegó para quedarse, que va a ser un componente importante de la política nacional, pero a su vez, la izquierda nueva tiene que asumir que no puede hacer tabla rasa de una construcción histórica que va a perdurar en el tiempo. Desde ese punto de vista, creo que lo que hay que entender es que debe haber aquí una convergencia de generaciones".
—Sin embargo, se están agotando los tiempos para la unidad de la centroizquierda…
— "La situación de la oposición es bien precaria. Entiendo que la DC en su esfuerzo por recomponerse y reconquistar una parte del electorado de centro que se ha ido con la derecha, pero creo que lo hace de una manera bastante brusca y aspera".
"Estamos con los tiempos muy encima, pero creo que todavía hay tiempo. Por otro lado, tenemos un gobierno que ha sido tremendamente decepcionante, que prometió más crecimiento y más empleo y menos delincuncia, y lo concreto es que hay igual o más delincuencia, menos crecimiento y menos empleo".
—Este lunes, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el sobreseimiento dictado en contra Marco Enríquez-Ominami por delitos tributarios. ¿Cree posible que después de esto su hijo pueda reactivar su carrera política? —"El funcionamiento de la justicia está demostrando que era cierto lo que nosotros decíamos, en el sentido de que eran acusaciones que no tenían fundamento, que eran infundadas y que en la medida que la justicia hiciera un trabajo más pormenorizado iba a quedar en evidencia la inocencia de Marco".
"Ahora, sobre esta base, él tiene que tomar sus decisiones. Me parece que si él opta por volver a la política activa tiene un espacio, sin lugar a dudas fue un gran impulsor de lo que posteriormente ha sido la generación de una izquierda nueva en Chile, desde la campaña del 2009, me parece que abrió muchos espacios para esta construcción posterior".