Rechazo generalizado provocó en la oposición la decisión de Chile de abstenerse en la votación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que emitió una resolución contra los abusos en los que ha incurrido Filipinas en su batalla contra el narcotráfico.
Ex ministros y diversos parlamentarios de centroizquierda cuestionaron la determinación del ministerio de Relaciones Exteriores, y le exigieron explicaciones a Teodoro Ribera por no haber tomado postura en este asunto.
En este escenario, desde la Cancillería rechazaron las críticas que han surgido y defendieron la decisión de abstenerse del proceso.
"El Consejo es un organismo que estimula la cooperación constructiva con y entre los Estados, y esta es la vía que Chile ha decidido privilegiar en esta ocasión", señalan fuente de la cartera ubicada en Teatinos 180.
"Tenemos confianza en que (Filipinas) mantendrá una cooperación constructiva con el Consejo, profundizando los procesos de investigación que desarrolla sobre denuncias de violaciones de Derechos Humanos, particularmente cuando la comunidad internacional observa con preocupación la evolución de sus compromisos en la materia", agregan.
Asimismo, desde el ministerio valoraron la participación del país asiático "en el Examen Periódico Universal 2017", y destacan su "copatrocinio de distintas resoluciones en materia de Derechos Humanos de importancia para la comunidad internacional".
"Nuestro país siempre ha estado y estará en contra de todo tipo de violaciones a los Derechos Humanos", subrayan.
Con esta resolución, que fue visada por 18 votos a favor, 14 votos en contra y 15 abstenciones, el Consejo de la ONU aumentará su presión sobre el país presidido por Rodrigo Duterte, para que cese sus excesos en medio de la guerra contra las drogas.
La iniciativa fue de Islandia, a la que secundaron la Unión Europea y la mayoría de los países latinoamericanos (salvo Brasil, Chile y Cuba), todos ellos preocupados por las ejecuciones extrajudiciales en redadas antidrogas, que se estiman en 27 cada día.