SANTIAGO.- El pasado lunes 29 de julio, el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, subió una foto a su cuenta de Instagram. En ella aparecía arreglándose las mangas de una parka roja dentro de su oficina y sonriendo. "Chaqueta lista y bototos puestos", escribió.
Ese día, todos los ministros recibieron la misma prenda. Fue el retorno de un símbolo icónico durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, cuyo regreso había sido anunciado en el consejo de gabinete del jueves anterior, y que ya en 2010 había generado debate.
"El tema de las parkas rojas fue una idea de mi hija Madgalena. Era como una especie de símbolo de gobierno en terreno, cercano a la gente. Creo que fue una buena idea y no me voy a sacar la parka roja"
Presidente Piñera en 2010
"Quizás soy un poco chapado a la antigua, pero la imagen presidencial es muy importante", decía el senador Andrés Allamand en ese momento. "Si me preguntan si me gusta ver al Presidente con estas parkas rojas, mi respuesta es no".
El Mandatario trazaba el origen de la idea hasta su familia. "El tema de las parkas rojas fue una idea de mi hija Madgalena. Era como una especie de símbolo de gobierno en terreno, cercano a la gente. Creo que fue una buena idea y no me voy a sacar la parka roja", dijo ese año.
Las chaquetas, de un rojo encendido, tenían el logo del Gobierno a la derecha y se fabricaban en un taller de la calle Domínica en dos colores: rojas para ministros y el Presidente, y azules para los cargos inferiores. Se convirtieron en un ícono y hace dos lunes, casi diez años después, el gabinete se las volvió a calzar, esta vez personalizadas con nombre.
Una obligación abrigadora
¿Por qué volvieron las chaquetas rojas? "Por muchas cosas. Primero, mística", respondió la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, a Mega. "Se han dado buenas historias detrás de los ministros. Algunos se quejan de que les quedan muy grandes. El ministro Monckeberg decía que les llegaron puras XL y a las ministras mujeres, talla S. Yo le digo: es lo que hay", añadió.
"Gran idea, además que es trabajo en equipo, sentido de grupo, de objetivos comunes, como nos ha pedido el Presidente, y además nos vemos bien", dijo por su parte el titular de Vivienda y Urbanismo. Sichel, en tanto, admitió estar "feliz, como niño, como cuando a uno para un cumpleaños le regalan una chaqueta nueva".
"(Han sido) calurosos días, en realidad, con este uniforme que tenemos que usar ahora. Estamos haciendo una vaca entre los ministros para comprar unas más delgaditas"
Ministro Mañalich
Pero a pesar del entusiasmo inicial, con los días las chaquetas han sido motivo de desencuentros. Eso fue lo que ocurrió este lunes, cuando el Presidente llegó a reunirse con los ministros Felipe Larraín y Juan Andrés Fontaine a una actividad en Ñuñoa. Ambos vestían chaqueta de paño. "¿Y la chaqueta roja? ¿Ustedes no leen los whatsapps?", les dijo el Mandatario. Los ministros se encogieron de hombros.
Recientemente fue El Mercurio quien advirtió de otra desventaja: la prenda, más parecida en esta versión a una chaqueta térmica, ha resultado calurosa para las autoridades. Así lo comprobaron precisamente los ministros Monckeberg y Sichel el pasado domingo, bajo un sol radiante en el Estadio Nacional. Según el periódico, "sudaron como nunca".
Este sábado, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, expresó su descontento en un tono jocoso. "(Han sido) calurosos días, en realidad, con este uniforme que tenemos que usar ahora", dijo en la visita al terreno donde se construirá el nuevo hospital metropolitano norte. "Estamos haciendo una vaca entre los ministros para comprar unas más delgaditas", finalizó.